sábado, 31 de diciembre de 2016

Avenida de la Democracia nº 14

Edificio en Av. Democracia, 14
Este edificio de la Avenida de la Democracia nº 14, presenta una composición aerodinámica en sus volúmenes y diseño. Destaca un gran admirador centrado que articula toda la fachada y del que arrancan los balcones para cada piso a ambos lados. Los elementos decorativos son placas de molduras horizontales entre los vano, y sobre todo el tratamiento de los volúmenes lisos. En el bajo destaca el zócalo y la puerta decorada.

El proyecto del edificio fue del arquitecto Francisco Hernanz Martínez, en junio de 1935. Del proyecto original se conservan el plano de alzado y la distribución en planta.

Puerta principal del edificio
El edificio aerodinámico tiene una gran envergadura y está en la línea de otras importantes obras del arquitecto Francisco Hernanz en Melilla.


Detalle de los balcones




Detalle de las ventas centrales

sábado, 24 de diciembre de 2016

Teatro-Cine Perelló

Fachada de Cine Perelló
Situado en la Calle General Polavieja, donde tiene su entrada principal y en Álvaro de Bazán.

El proyecto de garaje para Manuel Perelló Pérez, fue del ingeniero de minas Luis García Alix, el 15 de noviembre de 1926. El 3 de junio de 1927, el mismo ingeniero eleva a mayor altura la cubierta. El diseño decorativo de todos los exteriores corresponden al mismo proyecto, pero el edificio fue destinado finalmente a cine y teatro. Hoy es el único cine que existe en Melilla, tras el cierre del Multicines del Real y del Cine Avenida.

Fachada principal
Presenta una estructura externa muy peculiar, debido posiblemente a que fue proyectado inicialmente como garaje, por lo que la fachada lateral presenta una triple fila de vanos que no se corresponden con la estructura interior. Las dos fachadas presentan una composición muy parecida, en dos plantas, la baja con grandes vanos con enmarque geométrico y la primera con balcones sobre mensuras con cierre de forja y enmarques de vanos también geométricos. Desde ésta, y sin solución de continuidad, se levanta un frontón, que se decora con óculos ovalados entre guirnaldas y remate con la leyenda del local y grandes cabezas de felinos cuya lengua forma la mensual y rematan en pináculos puntiagudos.

Vista del lateral (Foto J. Barroso)
Es un interesante edificio modernista que también presenta algunos detalles art délo, evidenciando una fase final del estilo. Es uno d esos teatros más importantes y elegantes de la ciudad, destacable por sus dimensiones y composición.


Vista trasera desde Álvaro de Bazán
Cine Perelló

sábado, 17 de diciembre de 2016

Enrique Álvarez Martínez, arquitecto

Calle Querol (Foto Julio Bassets)
Este ingeniero nació el 24 de enero de 1887, e ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1903. Con posterioridad continuará su carrera militar y ascendía a 2º teniente alumno en 1906, y después a capitán el 7 de noviembre de 1912, hasta que en 1916, cuando estaba destinado en el Regimiento de Ferrocarriles (Madrid) y sin que conozcamos las causas, se produjo su separación definitiva del ejército.
A principios de los años veinte, participó activamente en la vida social y cultural de Melilla, y así lo encontramos en 1924 como director del Semanario La Defensa, siendo al año siguiente Presidente de la Asociación de Vecinos-Inquilinos de la ciudad.
Su obra en la ciudad de Melilla aparece ligada exclusivamente a la arquitectura. Así participó en un concurso promovido por la Junta de Arbitrios para construir 100 viviendas económicas en Cabrerizas Bajas, con fecha 3 de mayo de 1924, siguiendo el proyecto del ingeniero municipal Jorge Palanca.
La actividad arquitectónica de Enrique Álvarez fue bastante prolífica, realizando entre 1919 y 1924 un mínimo de 36 proyectos; podemos concretar que los años centrales de su producción en la ciudad fueron 1921 (con 7 proyectos) y 1922 (con 14 proyectos).
En algunas de sus obras Enrique Álvarez se mostraba innovador, sobre todo por lo que respecta a la utilización de las técnicas de hormigón armado en la estructura. Pero también diremos que era muy tradicional en la composición decorativa de sus edificios; en este campo utilizaba el léxico ornamental más convencional que se utilizaba por entonces en la ciudad: enmarques de vanos florales (Ej. General Atilleros, 39), miradores, molduras, etc...., aunque sus trabajos denotan por regla general un buen dominio de la composición.
Algunas de sus obras destacaban por su monumentalidad, sobre todo cuando empleaba miradores como los de la calle Castelar, 48 (actualmente desaparecida), o el edificio en Querol, 38 esquina a la plaza de Velázquez; éste último, con tribuna poligonal en el chaflán, en su obra más representativa en la ciudad.
Principales obras
C/ Querol, 38 esquina Plaza de Velázquez (1924). Éste es el proyecto más interesante que realizó Enrique Álvarez Martínez en Melilla. Un gran mirador poligonal sobre el chaflán determina una obra elegante y de composición equilibrada.
Otras Obras
General Astilleros, 39 (s/f)

General Prim, 5 (17-06-1919)

Castelar, 48 – Carmen 117 (09-09-1919)
Teruel, 48 – Carmen 124 (24-09-1919)
General Polavieja, 25 (23-07-1921)
General O’Donnell, 19 (09-09-1922)

C/ López Moreno, 10 (26-09-1922)

sábado, 10 de diciembre de 2016

Luis García Alix, arquitecto

Luis García Alix
Este profesional estuvo vinculado a los asuntos mineros en Melilla al menos dese 1908, cuando era presidente de la Compañía Norteafricano, perteneciente al grupo financiero Massenet. En el indicador comercial de 1917, aparecía como director de
las compañías mineras Setolazar y Alicantina y Director Técnico de la Norteafricano, así como director de la compañía Gaselec. En 1921 continuaba dirigiendo todas estas actividades, siempre al margen del principal y más poderoso grupo minero regional, la Compañía Española Minas del Rif.
Escribió algunos artículos sobre temas mineros (“Compañía Norteafricana – Las minas del Monte Afra”. La Esfera 1916) y también (“La situación actual de Melilla” 1917).
En Melilla desempeñaría una actividad social y cultural notable: así, desde 1917 a 1920 fue vocal civil de la Junta de Arbitrios, en 1921 aparecía como secretario de la Cruz Roja, vocal de Salvamento de Náufragos y presidente del Círculo Mercantil. Su vinculación a la Cámara de Comercio también fue intensa, adscrito a la sección minero, e incluso desde 14 de agosto de 1920 a 26 de abril de 1924 sería su presidente.
Su actividad como arquitecto arrancaría, según su testimonio personal, desde enero de 1911, ejerciendo la ejecución de toda clase de obras urbanas y dirección facultativa “porque solo había un arquitecto” en la ciudad, llegando ésta trayectoria hasta 1929.
General Aizpuru
En 20 de julio de 1923 se anunciaba en el diario El popular de Melilla, para realizar proyectos completos y ejecución de toda clase de obras, con especialidad en construcciones de cemento armado, con entrepaños de bloque hueco de cemento y piso rápido patentado, teniendo su domicilio en Alfonso XIII, nº 6, principal izquierda.
Su actividad no estuvo exenta de diversos problemas profesionales con los arquitectos Enrique Nieto y Mauricio Jalvo, y era denunciado porque realizaba los proyectos de obra pero, al parecer, no ejecutaba la dirección técnica de éstas, dejándola en manos de personal inexperto; también certificaba ruinas de edificios. Sin embargo, el 3 de septiembre de 1926, y en contradicción con lo anterior, él mismo denunciaba que había hecho un proyecto en la calle Regimiento de Nápoles, 3 y la propiedad no le había encargado la dirección facultativa.
El volumen de su actividad constructiva era importante, y así el 29 de agosto de 1928, cuando tuvo que ausentarse de Melilla, comunicaba al ingeniero de la Junta de Arbitrios que dejaba la dirección de su obra (ocho casas en construcción) al ingeniero militar Rodrigo González Fernández.
En 1922 disponía de teléfono, siendo el de su casa (calle Alfonso XIII, 2) el nº 185 y el de su despacho (calle Alfonso XIII, 6) el nº 216.
En 1930 también se anunciaba como representante de material eléctrico en la c/ López Moreno, 3, fecha en la que ya no podía firmar proyecto de arquitectura.
Desde 1911 a 1929, la labor proyectual de García Alix fue muy dilatada, realizando en estos 18 años al menos 107 proyectos de arquitectura, aunque distribuidos irregularmente en el tiempo.
Cine Perelló (Foto Barroso)
Entre 1911 y 1924, va realizando un promedio de uno a tres proyectos anuales, lo que supone un número bajo, hasta que en 1925 inicia un aumento muy significativo: en 1925 conocemos ya ocho proyectos, en 1926 (28 proyectos), 1927 (11 proyectos), 1928 (28 proyectos) y 1929 (4 proyectos).
Esta disimetría estuvo provocada tanto a las lógicas fluctuaciones del mercado arquitectónico local, como al hacho de que García Alix compaginaba su trabajo como director de varias empresas mineras con la proyección de obras. Es a partir de 1925, coincidiendo con el abandono de sus trabajos mineros, cuando el número de proyectos aumenta considerablemente, lo que parece indicarnos una dedicación más exclusiva que llega hasta 1929; en este año por disposiciones legales se le prohíbe ejercer como arquitecto, ya que su título (ingeniero de minas) no le facultaba para ello.
La arquitectura de García Alix es muy desigual, ocupándose tanto de obras nuevas, como de pequeñas reparaciones y reformas. En principio podríamos señalar que García Alix se mantuvo siempre dentro de los esquemas de una arquitectura ornamentada, dentro de uno parámetros de composición decorativa que no ayudan a singularizar su obra con respecto al conjunto de la ciudad.
Calle Castilla (Foto Barroso)
Así, puede mostrarse cercano al secesionismo en los almacenes Roldós (1923), aunque principalmente utilizará el molduraje habitual que define el decorativismo floralista local. Sus obras más significativas e importantes siguen este esquema; así se muestra en el proyecto de garajes para Manuel Perelló (1927), posteriormente convertido en “Teatro Cine Perelló” a medio camino entre la secesión y l'art-decó, o en algunos proyectos de edificios como el de General Aizpuru, 14 (1927), López Moreno, 16 (1928) o la c/ Castilla, 11 (1928), donde utilizaba repertorios más elaborados con miradores, remates, enmarques de vanos, etc.., motivos que oscilaban entre los detalles decorativos de origen francés y otros más entroncados con las tradiciones artesanales locales.
Principales obras
C/ General Aizpuru, 14 (1927). Con dos miradores laterales y un diseño modernista más libre, diseña para este proyecto juegos de flores, enmarques de vanos y la composición de los miradores con cristales polícromos, dota al edificio de una gran elegancia.
“Teatro Cine Perelló” c/ General Polavieja, 37 (1926-1928). Luis García Alix realiza el que podríamos considerar su mejor trabajo en este proyecto de Teatro Cine Perelló. Los detalles nos remiten a un Modernismo muy ecléctico, ligado a la Secesión vienesa, aunque podemos encontrar también diferentes referencias que nos sitúan ya en otro momento ecléctico. 
C/ Castilla, 5 (1928). La difusión de los modelos decorativos burgueses penetra profundamente en la arquitectura melillense y se despliega sobre todo por los ensanches de la ciudad. Este fenómeno también se documenta en algunos barrios como este edifico situado en el barrio del Real para Daniel Conesa Huertas, obra del ingeniero Luis García Alix.

C/ López Moreno, 16 (febrero 1928). En este proyecto Luis García Alix utiliza una decoración modernista muy ecléctica.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Mauricio Jalvo Millán, arquitecto

Calle Lope de Vega (Foto J. Barroso)
Prolífico autor nacido en Madrid el 23 de septiembre de 1867. Obtuvo su título de arquitecto en la Escuela de Madrid en 1892. A lo largo de sus primeros años como proyectista, diseñó numerosas obras en toda la geografía española. Desde Asturias a Cataluña pasó por Madrid, Málaga o Cádiz. Su participación en el VI Congreso Internacional de Arquitectos celebrado en Madrid en 1904 tuvo grandes repercusiones, ya que fue uno de los grandes defensores de la utilización del hormigón armado, sobre todo en las casas de menor presupuesto. En 1928 llegó a Melilla para cubrir el puesto de arquitecto municipal, superando en el concurso de méritos a otros arquitectos como Enrique Nieto o Francisco Hernanz.
Calle Españoleto (Foto J. Barroso)
Su llegada a la ciudad norteafricana en 1928 supuso el despegue definitivo de una fructífera carrera como arquitecto. Jalvo compatibilizaba su trabajo en el Ayuntamiento con sus encargos privados hasta que en febrero de 1929 se prohibió que los ingenieros y arquitectos realizaran obras en la ciudad. Finalmente el Consejo de Ministros le autorizó para trabajar de forma particular en Melilla. La obra de este autor en nuestra ciudad, más de 100 proyectos, se divide en dos ámbitos claramente diferenciados: su trabajo como arquitecto municipal y sus encargos en la esfera privada. Su trabajo vinculado con su yerno, José Joaquín González Edo, hace inexacto el número de sus obras, ya que algunos proyectos fueron realizados conjuntamente y tan sólo firmados por uno. La ornamentación modernista o el decorativismo floral no fueron una de las mayores inquietudes de este autor, preocupado más por la habitabilidad y la salubridad de los edificios que le encargaban. Sus obras abandonan el modernismo con molduras vegetales para adentrarse en las líneas y superficies rectas, decoradas únicamente con bandas de azulejos de colores, típicas de un elegante art-decó. Como arquitecto municipal tuvo importantes diferencias con Enrique Nieto, ya que cada uno interpretaba las ordenanzas urbanísticas de forma diferente. El 5 de noviembre de 1932 obtuvo la jubilación definitiva.
Avenida Cándido Lobera (Foto Barroso)
Principales obras
C/ Lope de Vega, 4 (1928-1929). Mauricio Jalvo Millán y José Joaquín González Edo proyectan este edificio con el fin de introducir novedosas propuestas que intentaban romper el monopolio modernista imperante en Melilla.
C/ Españoleto, 4 (1931). Los bajos muestran los vanos simétricamente dispuestos respecto al resto de la fachada, y enmarcados por molduras geométricas seriadas. En éste realiza enmarques florales y cornisas florales que rematan el conjunto.
C/ Cándido Lobera, 5 (1930). Mauricio Jalvo Millán y José Joaquín González Edo proyectan este edificio con sus formas que contrastan abiertamente con la arquitectura de Melilla, pretenden elaborar un insólito modelo de regionalismo muy ligados modelos tradicionales.
Otras obras
C/ Ejército Español, 14 y 21(1930)
Cementerio del Carmen (1928)

C/ General Polavieja, 23 y 44 (1931 y s/f)
Avenida Juan Carlos I, 35 (1932)

C/ Jiménez Iglesias, 37 (1932)

C/ Sor Alegría, 9 (1929)


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