sábado, 14 de abril de 2018

Sinagoga de Yamín A. Benarroch (Or Zaruah)


Fachada de la Sinagoga
En la misma línea de fachada que el anterior inmueble, el arquitecto nos muestra una obra de encargo específica, por parte de su prócer, en una calle, en principio, de segunda categoría, donde el encajonamiento del edificio —a tres vientos— y el estilo empleado —neomusulmán—, remarcado en su exterior, deberá preservar el culto religioso al que está destinado.

Este mismo tipo de exorno y estructura va a ser retomada por el Sr. Nieto, a mediados de los años cuarenta, cuando proyecte la Mezquita Central —o masgid aljama— de la calle García Cabrelles, hablándonos de un lenguaje estilístico de inspiración medieval musulmana al que se acude, dentro del convencionalismo de la estética historicista decimonónica, para la confección de una tipología constructiva determinada. En este caso, como es asimilable, es lo antagónico al gótico, románico, bizantino del culto cristiano.

En los trabajos de ejecución de la «Sinagoga Or Zaruah» participarán como contratista de obras D. Lázaro Torres —constructor, a su vez del colegio israelita—, en la cerrajería el gran taller de D. José Palomo y en los trabajos de escultura y ornamentación D. Vicente Maeso, profesionales que compartirán, como veremos, otras obras de envergadura diseñadas por el barcelonés.

Detalle de los arcos y cornisa
Antes de pasar al análisis formal del inmueble, nos gustaría resaltar, de nuevo, el autógrafo del arquitecto, el cual, a la misma altura que en el nº 2 —ya visto—, será emplazado en la calle López Moreno, alienándolo, incluso, de la portada principal, que estará situada en un pasaje interior —designado David Melul (2009)—.

Placa rectangular, cuyo valor ornamental viene condicionado por una serie de estilizaciones vegetales o ataurique, muy desarrolladas, que envuelven el nombre del técnico. Lateralmente, sus ángulos superiores muestran la sección de un arco de herradura, limitando el contenido de la cartela, que sólo rompe su total asimetría con la palabra «arquitecto». Su composición puede estar inspirada en el letrero, diseñado por Gaudí, de la Compañía Trasatlántica para su pabellón en la Exposición Universal de Barcelona (1888) y encontrado en el obrador de la Sagrada Familia.

Este inmueble con funciones litúrgicas hebraicas será construido, por D. Yamín A. Benarroch —propietario y fundador—, como reza en la lápida interior, en el mes de Elul de 5685 (agosto-septiembre 1925), en memoria del autor de sus días D. Aquiba Benarroch. Conformado por tres plantas, estará dedicado a almacén en sus bajos (posteriormente, Delegación en Melilla de la Agencia Tributaria) y en su primer estadio a vivienda (para el propietario), albergando, en su último piso, a la sinagoga en sí. 

Interior de la sinagoga
Lugar de culto e iluminación, de ahí su denominación de «Luz Santa», sobrecoge por la capacidad lumínica irradiada desde sus lámparas colgantes —y de pie— o la gigantesca Menorah de ocho brazos, así como la nobleza en la carpintería de su mobiliario.

La concepción ecléctica en su repertorio ornamental interior se resalta, entre otros, en la configuración de su imposta de mocárabes nazaríes —repetida a modo de friso en la tribuna—, sus arcos califales —cristaleras policromadas con listones en zig-zag— y el zócalo de mármol, con apuntes secesionistas —círculo con tres bandas—, que circunda la sala. A nivel estructural, destaca la ausencia de cualquier tipo de sostén intermedio, para una nave cuya magnitud parece querer reclamarlo.

En el centro de la sala, se dispone un ornamentado Tevá —en madera de roble— para la lectura de la Toráh; en uno de los lados menores, el elevado matronium, en el otro, la magnífica portada orientada a Jerusalén del Hejal —sentido en el que deben orar los hebreos— en cuyo interior se guardan los pergaminos sagrados.

El frente del inmueble más visible —López Moreno—, considerado como lateral, desarrolla cuatro vanos en sus dos primeras plantas, con el despiece de su dovelaje en el arco de herradura inferior —conteniendo la estrella de David— y el enriquecimiento superior de las enjutas por medio del diseño geométrico y polícromo de sus azulejos vidriados.

El último piso gemina el arco de sus luces a través de las columnas adosadas de esencia hispano-musulmana, superponiendo cual cenefa, en su mitad superior, la abstracción de unas muqarnas, cuyas angulaciones contrastarán con el almenado escalonado, de origen sirio, de su cornisamiento. Las crujías del edificio prolongan sus pilares en piramidiones seccionados, apoyándose en ménsulas- matacanes de líneas mixtas.

Interior adornado con madera de roble
La fachada principal, reiterará, de manera más o menos acusada, los distintos elementos analizados, rompiendo su disposición simétrica, descentralizando su acceso —con un maravilloso trabajo de ebanistería, donde destacan la pareja de pegasos —caballos alados— rampantes sosteniendo el escudo con la estrella de David y, en sus paneles, rosetones con octogramas agudos de múltiple simbología (cósmica, terrenal, plenitud o regeneración)— y ocultando una visual, pretendidamente deseada al sobresalir en su calle central un mirador —donde se ubica el Hejal— y su cornisamiento, a modo de hastial escalonado.

No se puede hablar de un retroceso en la evolución estilística del arquitecto, sino, más bien, de la asimilación y el uso consciente de un repertorio formal historicista, cuyo bagaje universitario ha de satisfacer cualquier tipo de demanda.

Puedes visitar también: Sinagoga Or Zaruah o Yamin Benarroch


Salvador Gallego Aranda  - Enrique Nieto: Un paseo por su arquitectura

1 comentario:

  1. Estimado Roberto Juárez: me halaga que utilices mis contribuciones pero te agradecería que pusieras la fuente original de donde las sacas, pues son transcripciones literales de mi libro "Enrique Nieto Un paseo por su arquitectura. Atentamente. Salvador Gallego Aranda

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