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La olla llena de castañas con sal |
Con la llegada del frío, llega el momento de calentarse y comer unas castañas calentitas. En la ciudad se instalan puestos, como el de la imagen a la entrada del Parque Miguel Hernández. Pero en otras zonas los puestos son simplemente un infernillo con un buen fuego, una olla agujereada y por supuesto una buena materia prima, castañas que vienen desde Galicia y León.
Un buen corte y se echa a la olla. Se le añade un puñado de sal y se comienza a remover. Luego, cuando un comprador se acerca se le ofrece en cartuchos de papel de 1, 2, 5 y hasta 10 euros. Sabrosas las castañas en pleno invierno.
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Preparando una buena olla de castañas |
Pues yo, me compro un kilito castañas que me cuestan a 4 euros y en mi casa nos ponemos moraitos de comer castañas asadas, amos....... que tenemos que tirar castañas ya ,porque no nos cabe más, nos la comemos en casa, agustito, sentaitos........y viendo la tele.......o no roberto?......jajaja, un besote.
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