Restos del mercado diario
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Cuando llegamos a la frontera, damos un paseo para conocer el ambiente. Allí podemos ver como los hombres y mujeres de uno y otro lado de la valla cambiaban todo tipo de productos. La desigualdad es patente. Lo que para unos ya no tiene uso, para otros sigue teniendo vida: neumáticos, ropa, fruta en malas condiciones, electrodomésticos.... También abundan las tiendas al por mayor. Muchos marroquíes compran en Melilla productos que no existen o que son muy caros en su país. Las mantas, el papel higiénico y enseres de limpieza son las piezas más preciadas.
Las gentes de la frontera, principalmente los marroquíes, suelen trabajar como mulas humanas. Cada día realizan varios viajes a través de la valla portando fardos de más de 40 kilos. Con el peso a su espalda, rodando o como puedan, llevan la mercancía a su país por unos cuantos euros. Es su manera de subsistir.
Aquí se compra y vende todo lo que uno quiere
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La verdad es que este lugar impresiona. A mí, personalmente, lo que más me llamó la atención es cómo en apenas unos metros la vida puede cambiar tanto. A un lado de la frontera, Melilla, Europa, el mundo occidental y el capitalismo. Al otro lado, todo lo contrario: Marruecos, la pobreza y todo lo que ella conlleva. El mundo no es civilizado.
Cruzar la frontera es otro de esos momentos que no se olvidan. Somos ciudadanos de primera con un pasaporte comunitario. Evitamos colas pero no nos salva de un peculiar reconocimiento médico. Entramos en una habitación, un hombre nos dice que nos coloquemos unos segundos frente a una máquina que puede ser un scaner o una sandwichera y listo. Sellan el pasaporte y ya puedes pasar a Marruecos. El cambio es abismal.
Pero más sorprendente es si llevas DNI con residencia en Melilla. Simplemente lo enseñas, miran la ciudad de expedición y listo, ya puedes pasar a Marruecos sin más retraso.
Frontera de Beni-Enzar
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Mercado de frutas, ropa, mantas...
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Naves de venta al por mayor
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Puestos en el suelo, cualquier sitio vale
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Restos al final de la jornada
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Revolviendo entre la ropa
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Cajas, ropa, todo llena el suelo |
La mercancía es puesta en el suelo
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Viejo y nuevo todo junto
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Restos de cajas y fruta podrida
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En muchas ocasiones tienen que salir corriendo
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Mercado
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Esperando a cargar con los fardos
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Restos de cajas vacías
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Me encantaria conocer "tu" Melilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz semana.
En este mercadillo se ha comprado mi compañero unos zapatos por 1 euro, ahora...........no sabemos si es de segunda mano,ajajjaja, o mejor dicho, de segundo pie.
ResponderEliminarUn besote .