viernes, 30 de septiembre de 2011

Pintado del coche en la calle

Lugar y restos del suceso
Llegas del trabajo tranquilamente un viernes por la tarde y aparcas tu coche correctamente. Al día siguiente, sábado, no madrugas ni coges el coche para nada. Y lo mismo el domingo. De tal manera que el lunes, cuando vas a coger el coche para ir al trabajo, te encuentras que el color del mismo ha cambiado. En este caso ha dejado de ser negro y ahora tiene un color negro, pero con puntos blancos muy finos. Y lo más curioso es que esto sólo está en la parte derecha y en el capó.

Sorprendido vas al trabajo y cuando regresas investigas. Y entonces, preguntando a uno y a otro, te cuentan que el sábado por la mañana, pintaron una puerta de hierro con una pistola y como soplaba un poco el viento, el polvillo de pintura que suelta, se fue pegando a tu coche. Y por supuesto, nadie te ha dicho nada.

Marcas bien claras de lo que se ha realizado
Para más sorpresa tuya, y confirmando así la versión que te han dado, descubres que en la acera hay una marca de pintura blanca en el suelo y en la pared otra, con lo que ciertamente así ha sido. Y entonces te preguntas: ¿y esto lo cubrirá el seguro? Porque claro ahora el coche ha quedado pintado de una forma muy curiosa y así no lo vas a dejar.

Menos mal que esta historia no me ha sucedido a mí, pero sí a un vecino. Y es que han estado haciendo obras en uno de los portales y no se les ha ocurrido otra cosa que ponerse a pintar la puerta de entrada en la misma calle. Como soplaba un poquito de viento, el polvo de pintura ha ido a parar a los coches más próximos. Y claro, el de este vecino fue el más perjudicado. No me preguntéis quién fue el artífice de semejante ingenio, pero os lo podéis imaginar.

Imagen del coche

Detalle del resultado que se ve claramente

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