domingo, 22 de julio de 2012

Bonita imagen de la ciudad

Puerta de desembarque
Viernes, 8:30h de la tarde. Tengo que ir a la Estación Marítima a recoger un familiar, que viene en el barco de Málaga. Llego con cinco minutos de anticipación, por aquello de "por si acaso". La cosa es que cuando llego a la puerta de desembarque, me la encuentro llena de gente. Lo que no me esperaba que es que en el mismo barco llegaban los soldados que habían estado participando en la misión del Líbano y que regresaban a casa.

Familias completas, militares con rango, la banda de música de la Comandancia Militar de Melilla, Policía Nacional, Guardia Civil y... tirada en el suelo, justo frente a la puerta de desembarque, la mejor imagen de Melilla.

Frente a la puerta de desembarque
Es increíble que nos encontremos con estas escenas y que nadie ponga solución. En la Estación Marítima nos podemos encontrar Policía Nacional, Guardia Civil, Autoridad portuaria y Seguridad privada (Eulen). Ahora ¿de quién es la competencia de poner orden y evitar escenas de este tipo? Supongo que de la Policía Nacional y de la Guardia Civil no, porque de ellos dependerá la Aduana. De los agentes de Seguridad es posible, aunque siempre los he visto detrás de los monitores de control y si acaso abriendo y cerrando las puertas de embarque y desembarque. Por lo que imagino es que sea de la autoridad portuaria. Se supone que son agentes cuya competencia es el puerto. ¿Serán ellos los que deben llamar la atención en estos casos? Lo cierto es que unos por otros, allí estaba la extranjera, tirada en el suelo, sin que nadie le dijese nada.

Sólo se levantó cuando vio que estaba haciéndole fotos. Vamos que si no hubiera sacado la cámara y me hubiese puesto a tirarle fotos, es posible que hubiésemos recibido a los que llegaban en el barco con esa buena imagen de Melilla.

Bonita imagen de Melilla
He tenido la oportunidad de viajar por diferentes países. En Irlanda, por tirar un chicle al suelo, o una simple colilla, te pueden llegar a multar. En Francia, vas dando voces por la calle, o hablando un poco más fuerte de lo normal y te llama la atención un Agente. En Italia, te sientas en una fuente y metes los pies dentro para refrescarte y enseguida te llega el Carabinieri y te suelta el papelito con la multa. Y sin embargo, llegas a España y todo vale. Aquí nadie les dice nada, porque además lo hacemos nosotros mismos. Y es que en España, con tal de ganar turismo, se permite todo.

Menos mal que poco a poco nos vamos civilizando. Recuerdo que cuando viajabas en tren o en autobús, te encontrabas unos perfumes muy agradables cuando entrabas, porque la gente viajaba descalzos. Desde hace ya unos años, en los autobuses puedes leer que "está prohibido descalzarse, por higiene y respeto al resto de viajeros". Aún así, siempre hay alguno que hace lo que le da la gana y se descalza. También he visto algún conductor que llega a llamarle la atención al viajero en cuestión.

¿A quién le corresponde evitar esto?
En fin, que es una imagen muy bonita de nuestra ciudad para aquellos que llegan a visitarnos. Creo que alguien debería controlar esto y evitar escenas de este tipo. ¿A quién le corresponde?

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