sábado, 21 de octubre de 2017

Casa Meliveo

Casa Miguel Meliveo
El 28 de febrero de 1910 se le concederá para edificar, a D. Samuel Salama, el solar 121 del Barrio Reina Victoria. Autorizada su construcción el 6 de mayo siguiente, se levantará un edificio de planta baja y piso -sobre su superficie de 192 metros cuadrados-, diseñado, a mediados del mes anterior (22 abril), por el ingeniero militar D. Eusebio Redondo Ballester.

Típica construcción del principal urbano melillense, dedicará sus bajos a fines comerciales y su planta alta a vivienda. Con una distribución simétrica, en sus cinco vanos, que reitera en su piso inferior, centrará longitudinalmente su caja de escalera para dar paso, a continuación, a la ubicación transversal de su patio.

Este edificio entre medianerías será reformado para el señor Medievo -dentista de la guarnición, según se publicita en la prensa local (1927)-, en febrero de 1920, bajo la dirección de D. Enrique Nieto. De él destacamos el cambio de situación de la escalera, descentrándola hacia su lateral derecho, y la ubicación del patio central hacia la mitad superior de la superficie.

Casa Meliveo
Tal disposición alterará, lógicamente, su antiguo piso principal, dedicado ahora a clínica odontológica, destacándose los aposentos -linderos con su fachada- destinados a gabinetes y salas de recepción y, en su otra mitad, las estancias atribuidas a despacho, talleres y servicios.

De meritoria funcionalidad debe considerarse, también, la distribución de la vivienda en el segundo piso. Sólo se echa en falta, dadas las dimensiones de la residencia, la existencia de un salón -suplido por un recibidor- cuya justificación se debe buscar en la perentoriedad de un número determinado de dormitorios.

La sección nos desvela la altura de sus plantas y la disposición retranquearla de una morada en la azotea, imperceptible desde la visual del viandante; su alzado, la armonía simétrica y quíntuplo reflejada en sus vanos por planta.

Detalle del busto
Resulta curioso que, a partir de estos momentos, la dedicación puntual al dibujo del exorno en los parámetros derive hacia la simple marca de las luces y la sencillez de unos motivos que no se traducirán, o se aplicarán posteriormente, al trazado del proyecto.

Es por ello que las molduras de las sobre ventanas del primer piso repitan las ya utilizadas en la casa del señor Barciela -concluida en 1915- en la calle Álvaro de Bazán 2 -derribada a principios de octubre de 2001-, dándose paso a una polarización competitiva que fraccionará la hasta ahora unilateralidad en el proceso de creación.

Pináculos de la azotea
Dichas metopas, encajadas entre las mensuras -atadas, aparentemente, por un círculo con dos bandas paralelas- que refuerzan el sostén del voladizo superior, están presididas por el alto relieve de un rostro asexuado con un nimbo de raíces florales. La textura de los paramentos, conformada por las sucesivas hendiduras de sus platabandas, nos conducen a una interpretación decorativa más acorde con la evolución estilística del barcelonés.

De tal modo, los dobladillos superiores -aunque mantienen idéntico contorno con los que existían en el segundo piso de Álvaro de Bazán, variando el follaje interior- seguirán esquematizando y aislando su aparición a los ejes principales, acompañados, en sus entrepaños, con grandes cartelas mixtilíneas de rayas y flores cuadráticas que sostienen el prominente vuelo de la cornisa unidas por un funículo pétreo.

Letrero de la fachada
El perfil de azotea alterna, en su antepecho de distintos relieve, lo lineal con lo curvilíneo, desarrollándose entre seis pináculos, donde, a modo de peanas, se apoyan idénticos discos anulados perpendiculares, desde donde brotan piantes de tulipanes, cuyas caídas cierran tres bandas paralelas. Es un edificio, pues, donde la naturaleza no se sale del marco, sino que coexiste, cercada, con lo geométrico.

En su planta principal, sigue destacando el letrero «Meliveo Dentista», con epigrafía mayúscula de color dorado sobre fondo negro. En sus bajos en el sector izquierdo, desde finales del siglo veinte, han pasado: «Seguros La Estrella», «Plaza Hermanos» y, actualmente, «Orange. Plaza Hermanos»; en el derecho, anterior en el tiempo, la «Sastrería Milán» de D. Francisco García Palomo -antigua «Sastrería  Hispana», fundada en 1930-, confección para caballeros.

Anteriormente, entre otros, D. José Parrés Hernández «El Pedal de Oro» -accesorios de bicicletas de todas clases (1914)_, la carpintería de D. Arturo García Navarro (1919), «El pedal de Oro», J. Parrés Puig -concesionario de Chevrolet- (1921), la «Colchonería moderna» (1932), «DON Boutique» (1979) y D. Francisco García Mena -mayorista de juguetes (1983)-.

Atendiendo a un lugareño
Miguel Meliveo Muñoz ingresó en el ejército, como soldado de artillería voluntario, en febrero de 1902, cumpliendo el servicio militar en el cuartel de la Comandancia de Artillería de Melilla del Mantelete. Tenía el título de cirujano dentista por la Facultad de Medicina de Madrid, título recibido en la Comandancia Militar. Recibía avisos de clientes en la relojería de Antonio Granados de la calle Jardines, a los que atendía en su domicilio. Tras cumplir el servicio y regresar a Málaga volvió por Melilla en numerosas ocasiones, hasta diciembre de 1907, en que lo hizo para quedarse, entrando como practicante del puesto de socorro y abriendo un gabinete dental en la calle Granada. En la foto, entendiendo a un lugareño en el Zoco el Had de Beni Sicar (1913).

Imagen antigua del edificio
Detalle de la ventana

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