sábado, 10 de febrero de 2018

Edificio La Llave


Edificio La Llave
Este edificio situado en la calle Ejército Español nº 3, proyectado por el Sr. Nieto en junio de 1910 para su buen amigo el Sr. Baena, daba luz a una serie de tramitaciones que habían tenido su origen con la adquisición del solar 177 del Barrio Reina Victoria, en la subasta celebrada el día 15 de abril en la Maestranza de Ingenieros, por 16.632 ptas. En ese mismo acto, se le adjudicó, asimismo, el solar 176 —Avda. Juan Carlos I Rey, 2— (26.349'75 ptas.), colindante al anterior y con una de sus fachadas a la Plaza de España, edificado por D. Manuel Rivera Vera, para D. Félix Saénz Calvo.

Las Bases a las que deberán sujetarse las construcciones son, entre otras: tendrán por lo menos dos pisos sin poder exceder de cuatro, ni de veinte metros en la altura de sus fachadas. Estarán construidos con mampostería, ladrillo, sillería, etc., y en sus entramados se empleará exclusivamente el hierro o acero. Las fachadas ejecutadas con revoque de cemento, piedra artificial, ladrillo prensado, sillería tallada o mármol serán artísticas (sic).

Ojo de buey
En relación a la ornamentación, señala: Para poder formar idea de lo que se proyecta en cuanto a su parte ornamental se refiere, se presentarán las fachadas dibujadas en escala de 2 cm. por metro y los detalles que lo requieran en 10 cm. por metro (sic). En cuanto a la duración de las obras, dice: La construcción de los edificios empezará dentro de dos meses del otorgamiento de los solares, debiendo terminarse el primer piso dentro del año de empezadas las obras, y terminadas totalmente dentro de los dos años, si fuese de dos pisos y de los tres si fueran de más pisos; si se faltase a cualquiera de estas condiciones el propietario abonará una multa de 1000 pesetas por año y solar (sic).

Edificio La Llave
D. Antonio Baena Gómez, activo contratista de obras en la ciudad malawiana y cuya actividad profesional en Melilla no sólo se vislumbraba —es el constructor de los futuros pabellones militares ubicados en el citado barrio—, escriturará la compraventa del solar en la notaría de D. Roberto Cano Flores, a mediados de junio de 1910. Acto seguido, instará, el 11 de agosto, para la construcción de una casa sobre una superficie de 210m², siéndole autorizada el 3 de septiembre del mismo año.

El inmueble, de planta baja y dos pisos, destinará sus bajos para fines comerciales, derivándose de ello la descentralización de la entrada principal y el modo de acceso a las viviendas superiores (2 y 2) hacia su extremo derecho. Completamente reformada en la actualidad esta sección inferior, se accede a las residencias por el interior del Pasaje Avenida, posibilitando, en su parte externa y dada su altura primitiva, la creación de un entrepiso.

El diseño del inmueble para esta parte, se limitaba a una sucesión de arcos deprimidos desdoblados en altura, de cuyo punto de unión, cual pinjante, se desarrollaba el motivo vienés del círculo que se ramifica a través de sus tres bandas. Los pisos superiores quedarán rematados por esa línea de cornisa, con terminación en guirnalda, y resultados por el enmarque de su balconada, que motiva el sobrenombre del edificio.

Detalle de la ventana
La búsqueda del movimiento entre medianerías parece conseguirse, del mismo modo, con el recrecido de su vanos, el cual pasará de un mínimo relieve a otro de mayor desarrollo, realzándose con una flora ornamental que se hace cómplice y complemento.

Los paramentos, englobados por ese gran conjunto lineal, hoy enlucido, se dibujaban con una sillería simulada que enlazaba con las molduras de las luces. Como eje central, la línea que traza la inflexión de la llave desde su hoja de acanto y se refuerza atravesando el centro del ojo de buey orlado con el follaje y la flor «permanente».

Es, sin lugar a dudas, el primer edificio modernista de intenciones plenas que lucha con la superficie y ubicación concedida, buscan lo curvo en lo lineal. En él, se ve la línea seguida por el arquitecto contraponiendo actitudes ornamentales francesas —pisos superiores— y austriacas —planta baja (desaparecida)—, que tienen su ámbito completamente independizado.

Detalle del ojo de buey
Se marca, pues, el primer paso del barcelonés hacia lo volumétrico y orgánico de la naturaleza y se apunta, a su vez, hacia una estilización del estilo que no hace más que comenzar en la ciudad y que tendremos ocasión de ver despertar, cada vez más libre de marcas, en sus siguientes proyectos.

A mediados del siglo pasado, la propiedad del inmueble corresponderá a D. Isaac M. Levy Carciente. En sus bajos, encontramos, a la izquierda del pasaje, la «Joyería Orly» y, a su derecha, «Calzados El Precio Loco», que sucede a «Blue Silver Fashion S.L.» y, anteriormente, a la «Cafetería Pasaje». Dicho edificio, horadado en sus bajos para comunicar con la Avenida —proyecto de D. Eduardo Caballero Monrós, a principios de los sesenta—, presenta en su interior, la composición musitaría de los pintores melillenses D. Eduardo Morillas y D. José Peña (1963), que recrea el paisaje urbano de una Medina con cinco personajes en primer término, donde sobresalen: un músico con una flauta encantadora oriental de doble tubo, un vendedor de vasijas y un sacamuelas.
Balconada

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