Esta entrada recoge el artículo que escribí y fue publicado en la revista Ecos del Colegio Sagrado Corazón (Corazonistas) de Zaragoza, donde se quedó un trocito de mi corazón antes de llegar a Melilla.
En Melilla, ciudad en la
que ya he comentado en alguna ocasión, conviven 4 culturas con sus religiones y
costumbres muy arraigadas. Tres de ellas, judaísmo (hebreos), cristianismo e
islam (musulmanes), tienen raíces muy comunes. La cuarta, el hinduismo, tiene
una pequeña presencia en Melilla, pero en sus tiempos fue importante y todavía
hoy siguen celebrando sus fiestas y tradiciones.
Fiesta de la Navidad cristiana |
A lo largo del año se van
desarrollando las diferentes fiestas, como ocurre en cualquier otra ciudad de
España. Comenzamos el año con fiesta. La del 1 de enero. No es propiamente una
fiesta religiosa, pero el día 5 por la tarde no nos podemos perder la cabalgata
de Reyes, y por supuesto el día 6 la ilusión de todos los niños y niñas
melillenses echa realidad. En las familias musulmanas y hebreas este día los
regalos también llegan, dependiendo de la economía familiar, ya que en muchas
de ellas esta fiesta está unida a su Pascua Grande. Pero en la cabalgata te
puedes encontrar, musulmanes y cristianos, unos con la ilusión de ver a su rey
mago y los otros por coger el mayor número de caramelos posible.
El siguiente encuentro
religioso se desarrolla en marzo o abril, Semana Santa. La tradición popular
saca a las calles pasos, capirotes y sobretodo a la gente. Son populares las
procesiones, en especial la del viernes noche, que es, por así decirlo, la
oficial. En ella salen todas las autoridades políticas y militares de la
ciudad. La segunda es el domingo de Resurrección en la que la procesión
comienza a las 8 de la mañana y recorre toda la ciudad hasta que a las 7 de la
tarde se encierra a la Virgen en su capilla hasta el año próximo. Una vez más
musulmanes y cristianos salen a las calles. Quizás con motivos diferentes, unos
el motivo es religioso, en otro es más bien molestar y reírse de que paseamos
figuras por la calle. En algunas calles puedes encontrarte con una piedra
volando hacia el paso.
Llegamos en mayo a la
Romería del Rocío. Una forma popular de vivir la fiesta de la Virgen del Rocío.
La ciudad se traslada a los Pinos, al monte. Cada uno carga con su nevera, su
bolsa de bocadillos y con ganas de pasarlo bien. Allí las hermandades ponen la
bebida, los pinchos y la música. Las cosas van bien hasta que llega el grupo de
moros que, después de haberse tomado alguna cervecita de más, que para eso son
gratis, empiezan a meter follón y a montar jaleo. Comienzan las carreras y la
policía persiguiendo a cuatro niñatos moros que pretenden fastidiar la fiesta.
Sobre las 6 de la tarde la gente, que todavía no se ha movido y ha aguantado la
fiesta hasta entonces, empieza a movilizarse y regresar a casa. Hasta hace unos
años la romería duraba todo el fin de semana. La gente montaba sus tiendas en
los Pinos y allí se celebraba la fiesta, pero por culpa de los moros, que iban
a liarla llegando incluso a haber puñaladas, se dejó de hacer.
En julio, el 16, viene la
fiesta del Carmen. En el barrio de Korea, antiguo barrio de pescadores, sacan
la Virgen del Carmen en procesión, la meten en el mar y la pasean por todo el
barrio para terminar con baile y alegría. Nuevamente nos encontramos con algunos musulmanes que no
saben dejar vivir la fiesta con tranquilidad y pretenden mofarse y reírse.
Fiesta de la Januká hebrea |
Durante el mes de agosto,
por lo menos en este año, llega el Ramadán para los musulmanes. Las tiendas se
cierran temprano. Teniendo en cuenta de que coincide con la época de calor, te
puedes encontrar a muchos musulmanes que están, prácticamente el día entero,
tirados a la sombra de un árbol o edificio, dejando pasar las horas para que
llegue la noche y poder comenzar a comer y beber. A lo largo del día no pueden
comer nada, sin embargo te encuentras cosas muy raras. De cara al exterior, a
los ancianos, se cumplen las normas al pie de la letra, sin embargo en el
ambiente privado se come y bebe con normalidad. Lo que peor llevo de esta
fiesta del Ramadán es el olor que desprenden sus cuerpos. Según ellos no se
pueden asear, por lo que el sudor se pega al cuerpo de forma desagradable y
cuando estás en clase y te acercas a uno de ellos, puede llegar a darte
arcadas.
La fiesta del Ramadán
termina con la Pascua chica, en la que las familias se juntan y se hacen
regalos, sobretodo a los niños. Todo gira entorno a la comida, el baile y la
familia.
Casi coincidiendo con el
final del Ramadán, por lo menos este año, ya que las fiestas musulmanas van
cambiando de año en año y no tienen un día fijo, tenemos en la ciudad la fiesta
de la Virgen de la Victoria. La semana de Feria es algo especial, o por lo
menos lo era. Toda la ciudad se junta en la Feria, con las casetas, los tiovivos
y las barracas. Pero hoy también esta fiesta va cambiando. Durante el día, como
los musulmanes están con el Ramadán, los cristianos disfrutamos de las casetas,
del jamoncito y de la cervecita, pero en cuanto llega la noche, la Feria se
llena de moros y vuelve el bullicio, el jaleo y en muchas ocasiones los palos y
las intervenciones policiales. La
mayoría de los cristianos dejamos de ir por la noche a la Feria. Hay que decir
que en Melilla comienza a comerse el turrón precisamente en estas fechas. Quizás
sean los turroneros, los que más beneficio sacan ya que a los musulmanes les
gusta mucho el turrón y se matan por él en la Feria.
A finales de septiembre,
apenas empezado el curso escolar, tenemos la fiesta de las Cabañas de los
hebreos. Es un momento de purificación y limpieza que incluso les lleva a no
poder salir de casa en un par de días. Los colegios paran sus clases para poder
celebrarla. Y a continuación llega la fiesta de la Virgen del Pilar, que como
patrona de España no se puede dejar pasar y menos en Melilla, ciudad militar
por excelencia.
A finales de octubre nos llega la Fiesta de Todos
los Santos, que, todos hemos unido a la fiesta de Halloween. En su origen una
fiesta pagana esta de los difuntos, pero que poco a poco fue tomando cuerpo en
el cristianismo y que hoy, unido al comercio y negocio, se ha convertido más en
una fiesta de juerga que de tristeza por aquellas personas que nos dejaron en
su momento. Pero también es motivo para celebrarlo y descansar en nuestras
tareas.
Fiesta del Borrego musulmán |
Metidos en noviembre nos encontramos con la
fiesta musulmana de la Pascua Grande o la fiesta del Cordero (el borrego que se
dice aquí). Para ellos es la fiesta mayor. Este año, tras casi 700 años sin
celebrarse en España, en Melilla ha sido fiesta local. Así el 17 de noviembre tuvimos
fiesta. Ahora bien, la polémica estuvo servida. Por una parte los líderes de la
comunidad musulmana informaron a principios de noviembre, que la fiesta se
celebraría el 18 en La Meca (la Roma de la religión musulmana). Los gobernantes
de la Ciudad de Melilla se negaron a cambiar el día de fiesta, y al final
parece que se arregló todo y se dejó el día 17. Pero entonces llega la
historia. Los estudiantes (niños incluidos) el día 16 dejan de ir al colegio,
porque tienen mucho que preparar para la fiesta. El 17 es fiesta local y
mientras los no musulmanes nos incorporamos a nuestros puestos de trabajo, los
musulmanes siguen de fiesta, aprovechando el 18 y 19 para convertirlos en
fiesta sin más. La verdad es que en una ciudad en la que el 60% de la población
es ya de religión musulmana, los colegios, comercios y centros permanecen
desiertos y sin apenas movimiento. Más de 5000 borregos fueron sacrificados en
estos días en la Ciudad de Melilla.
Llega diciembre con el “macropuente” de la
Constitución-Inmaculada. Y es que de cinco días que tiene la semana, sólo se
trabajan dos. Fiesta política y fiesta religiosa se juntan en uno y todos nos
disponemos a salir de nuestros hogares por unos días y disfrutar de nieve,
familia y descanso, por supuesto.
No nos hemos recuperado del puente de la
Constitución y ya estamos celebrando la Navidad. Y por supuesto, en los
colegios las vacaciones son largas, de hasta 15 días han llegado a ser en
ocasiones. Y todos, hebreos, musulmanes y cristianos, celebramos las fiestas y
paramos, aunque no tenga nada que ver con nosotros.
Como se puede ver en Melilla todos celebramos
todas las fiestas religiosas que hay. E incluso los cristianos este año hemos
dejado de celebrar la Virgen de la Asunción en agosto para poder celebrar el
día 17 de noviembre en la fiesta del borrego.
Y termino con una pequeña anécdota ocurrida hace
escasamente unas semanas y que también tiene su origen en la religión,
creencias y costumbres.
En la actualidad estoy trabajando con adultos,
por la mañana les damos clases de alfabetización y de educación y familia, en
las que pretendemos ir enseñándoles a trabajar con sus hijos, en la educación
de sus hijos, formación… Nuestro trabajo se desarrolla con mujeres (algún
hombre también hay, pero son los menos), musulmanas, inmigrantes que llevan ya
años en España y tienen la tarjeta de residencia. Sus hijos son nacidos en
España y por lo tanto ellas, aunque con nacionalidad marroquí, son españolas de
residencia.
Pues bien, dando el tema del sueño, de cómo hacer
que el niño duerma correctamente, de qué hacer para que el niño duerma, una de
las dinámicas que hacemos con ellas es una sesión de relajación. La mejor
técnica para aprender algo es hacerlo y por lo tanto si queremos jugar con los
niños, jugamos nosotros y aprendemos.
Cuando les exponemos a las mujeres que vamos a realizar la relajación, que
tienen que traer una esterilla para tumbarse en el suelo y cómo la vamos a
hacer, cuando lo vamos a hacer, un par de ellas levantan la mano (y la voz) y
dicen que ellas no piensan hacerlo porque por su religión no pueden hacerlo. Es
la primera vez que nos encontramos con esta historia. Después de explicarles
por activa y por pasiva que es parte del curso, que no es nada malo…, llega el
día de hacer la actividad. Estas dos que se negaban, seguían negándose y tras
una nueva discusión (a gritos por su parte, porque creo que cuando se les lleva
la contraria no saben hablar normal), nos dicen que si en vez de ser hombres
los que dirigen la dinámica fueran mujeres, no tendrían ningún problema, pero
que con nosotros, ellas no lo hacían porque su religión se lo prohíbe.
¿Influye o no la religión en nuestra vida diaria,
en nuestra sociedad? Pues a decir verdad sí. Uno no entiende como es posible
que no quieran que se estudie la religión como asignatura de conceptos y
contenidos, sabiendo que nuestra ciudad está muy influenciada por ello. Por lo
menos que sepamos de dónde vienen todas estas fiestas, por qué se celebran así,
para poder respetarlas.
Supongo que también hay agnósticos y ateos en Melilla ¿no?
ResponderEliminarComo se llama el baile tradicional de Melilla????
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