Entrada al Cementerio de la Purísima |
Si hay un lugar en España
que sea testigo de gran parte de la historia militar española y de las campañas
realizadas en el Norte de África, ése es el cementerio municipal de la Purísima
Concepción de Melilla.
Se inauguró el 1 de enero
de 1892 bajo la avocación de la Purísima Concepción. El primer enterramiento
fue de un niño de cuatro meses.
Desde su inauguración en
el año 1892, se calcula que, en sus casi 50.000 metros cuadrados, hay
enterrados alrededor de 12.000 militares, algunos de ellos de renombre, como el
brigadier Villacampa, el general Margallo o el comandante general de Melilla
Manuel Romerales, que pagó con su vida el no querer apoyar el alzamiento
militar de 1936.
Sin embargo, junto a esos
nombres conocidos, hay otros muchos anónimos, repartidos entre los distintos
panteones con los que cuenta el camposanto melillense.
Y es que las distintas
campañas realizadas en África dejaron en el camino muchas víctimas que, hasta
la apertura del cementerio de Melilla y sus años posteriores, se encontraban
enterradas en hasta 58 cementerios, repartidos por todo el Protectorado.
Entre esas víctimas hay
más de una treintena de laureados de San Fernando, la máxima distinción del
Ejército, que se concede por acciones heroicas.
Construcción del Cementerio
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En el mismo panteón
también se encuentran algunos restos anónimos del conocido como Desastre del
Barranco del Lobo, en 1909, y del que se conmemora el centenario.
Precisamente, con el
sobrante de las cantidades recaudadas para los heridos y fallecidos de 1909,
alrededor de 80.000 pesetas, se ordenó construir otro panteón, el de los
"Héroes".
El Rey Alfonso XIII fue
el encargado de poner la primera piedra el 7 de enero de 1911, y que hace unos
días celebrábamos el centenario, durante su segunda visita a Melilla, y hoy día
constituye uno de los espacios arquitectónicos más importantes del
camposanto.
Elaborado en piedra y
mármol, entre sus paredes hay enterrados otros 22 laureados, mientras que en su
sótano se cuenta con restos de la batalla de Monte Arruit, donde se
contabilizaron casi 3.000 cráneos de víctimas.
Legionarios, soldados de
Caballería y regulares también cuentan con un panteón propio, así como las
muchas víctimas que perecieron en 1921, en el Desastre de Annual, entre ellas
algunos musulmanes, que se hallan enterrados en el "Patio de las
Ánimas".
La historia militar más
reciente de España encuentra así un espacio en Melilla, donde se puede asegurar
que está el cementerio "más importante" de estas
características.
Curiosamente, la tumba
más venerada de todo el cementerio es la de un joven soldado de Cetina
(Zaragoza), Benito López Franco, hallado muerto en el baño de su
acuartelamiento en 1950 y al que los melillenses conocen como "El Soldado
de los Milagros".
De niña era donde solía ir a jugar por las tardes, entraba y me encantaba ver y leer las tumbas, ver fotos que ponen en ellas y fechas y edades en las que morian, sobre todo me fijaba en las tumbas de los crios pequeños, que pena........pasaba los dias en el cementerio, bueno, vivia justo al lado, y es curioso, cuando he ido a San Sebastian he visto el cementerio de alli y me ha gustado, parece de las pelis de miedo, muy antiguo pero chulisimo, un besito.
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