martes, 5 de julio de 2011

Mercado medieval

Cartel anunciador
Un año más, los días 1, 2 y 3 de julio pudimos disfrutar del Mercado medieval. Durante tres días, la Ciudad vieja de Melilla se convierte en una ciudad de la Edad Media y se engalana con banderas, estandartes, puestos ambulantes, trajes, músicas, olores y todo lo que nos pueda sonar a medievo.

Los tenderetes de quesos, dulces, artesanía, comidas, tabernas... se mezclan entre espectáculos y actuaciones de cetrería, bailes, fustas y juegos de caballeros, faquires, serpientes... Unos 78 puestos de venta que ofrecen sus productos. Muchos de ellos elaborados artesanalmente. Puedes encontrarte al escribano que te escribe tu nombre en árabe, o al botero elaborando cuidadosamente una bota para el vino. O quizás se cruces con la pitonisa que te echa las cartas o te lee la mano. Lo bueno es que la gente disfruta de esta atracción de principios de verano.

Son ya 8 años los que se viene celebrando esta fiesta, y en los tres que yo llevo aquí, creo que cada año se superan y es mejor. Muchos vienen de un año para otro, pero siempre hay alguna atracción nueva. De todas formas, como ellos mismos dicen, Melilla entera se vuelca con ellos y merece la pena seguir viniendo a esta ciudad.

Junto a Paquiño y su puesto
En una esquina del mercado me encuentro con Paquiño, un gallego, que no se le nota casi nada en el acento, que recorre muchas ciudades españolas y extranjeras ofreciendo sus mejores viandas de la tierra: pulpo, lacón, grelos, costilla, chorizos... y por supuesto su ribeiro. Resulta que Paquiño es amigo de mi hermana, ya que todos los años visita San Sebastián o los alrededores en varias ocasiones. Este año he tenido la ocasión de saludarle y charlar un ratito con él. Me cuenta que viene desde hace muchos años, quizás desde que se empezó con esta historia y que le gusta Melilla, porque la gente es muy receptiva a estas cosas y se anima mucho.

En la Plaza de las Cuatro Culturas, junto a la puerta de Hornabeque podemos disfrutar de un duelo de caballeros. Pasean con sus caballos y se envalentonan delante de la gente. Compiten con las lanzas y el fuego, con las dianas y con las cintas y finalmente un duelo de espadas que siempre acaba con algún muerto. Pero al final todo es un montaje "de película", en el que niños y mayores se lo pasan bomba y disfrutan de lo lindo.

Campamento medieval
En la Plaza de Armas han montado un campamento medieval con sus tiendas y "haimas". Allí los niños pueden participar en juegos de tiro con arco, tiro de herraduras, lanzamiento de hachas... Una forma de mostrar, a los más pequeños, cómo vivían y se divertían en el pasado. De todas formas no sólo los niños disfrutan, porque los mayores también lo pasamos muy bien.

Una vez terminados los tres días, tendremos que esperar al año que viene para que nuevamente Melilla se vista de medievo y podamos "desempolvar" nuestras capas y espadas y podamos volver a pasear por una ciudad medieval en todo su esplendor.

Para ver más fotos he montado un pequeño vídeo en el que se pueden recorrer las calles con los puestos y el espectáculo de estos días.


1 comentario:

  1. Espero que hayais disfrutado mucho,a mi me encantan los mercados medievales,en mi pueblo no hacen(es muy pequeño).Si puedes mira el que hacen en Teruel por el dia de los enamorados.

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