La Sentencia en su salida de la Plaza de Toros |
NUESTRO PADRE JESÚS ANTE PILATOS: La imagen de Nuestro Padre Jesús ante Pilatos, es de autor anónimo, procede del Peñón de Alhucemoas y fue traída a Melilla por D. Marcelo Nogales Ruiz en 1945.
Atribuida a la escuela italiana del siglo XVII, era en un principio un Nazareno con la cruz a cuestas, pero como en Melilla ya estaba el titular de la Cofradía, se transformó en un Cautivo para formar parte del conjunto escultórico del paso de la Sentencia. Las manos son del escultor Ventura Rodríguez.
Salió por primera vez en procesión en 1947. En el año 2011 Amaya Rodríguez la restauró y desde el 14 de abril de 2003 sale en procesión el Lunes Santo.
En 2012 se transforma el trono de la Sentencia en paso, como ya ocurriera con el paso de la Virgen de las Lágrimas un año antes, cambiando la forma de ser llevado, al sustituir a los hombres de trono por costaleros bajo el paso, dándole un aire nuevo y constituyendo un gran éxito el recorrido procesional.
Se sustituye la campana de órdenes por el llamador, realizado en el taller de Pedro Angulo, de Lucena (Córdoba).
El trono va escoltado por la Guardia Civil.
Marcos 15, 1-15:
Jesús condenado por Pilato
Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
- ¿Eres tú el Rey de los judíos?
Respondiendo él, le dijo:
- Tú lo dices.
Y los principales sacerdotes le acusaban mucho. Otra vez le preguntó Pilato, diciendo:
- ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan.
Pero Jesús ni aún con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba.
Ahora bien, en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen. Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían cometido homicidio en una revuelta. Y viniendo la multitud, comenzó a pedir que hiciese como siempre les había hecho. Y Pilato les respondió diciendo:
- ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?
Porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes. Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltase más bien a Barrabás. Respondiendo Pilato, les dijo otra vez:
- ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos?
Y ellos volvieron a dar voces:
- ¡Crucifícale!
Pilato les decía:
- ¿Pues qué mal ha hecho?
Pero ellos gritaban aún más:
- ¡Crucifícale!
Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado.
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