Cabo tres forcas - Faro |
La Melilla actual está situada en la base oriental de la
Península o cabo de Tres Forcas; por lo que nos limitaremos a tratar, geológica
y geográficamente, solamente esta península, que desde un tiempo, más o menos
remoto, se la denomina con el nombre de Guelaia, Guelaya o Kelaia; delimitando
su base el montículo del Atalayón y el cauce del río Kert, y estando protegida
en el centro del resto de la región por el macizo del Gurugú.
Complican sumamente la geología
de la zona los hundimientos habidos durante el terciario y la sucesión de
erupciones que han dislocado y desordenado la orografía de un modo más aparente
que real.
Prescindiendo, pues, de las rocas
eruptivas, la parte oriental costera de la antigua Mauritania Tingitana, puede
decirse que está formada por tres sistemas de sierras constituidas por
materiales anteriores al mioceno, separadas por depósitos de este período.
Vista de Melilla |
La que nos interesa es la
cordillera litoral, correspondiente a la zona interior de rotura que ha
producido el hundimiento del Mediterráneo. Esta cadena, que en la costa europea
comienza con el cabo de Gata, en Almería; en el Norte africano la hacemos
comenzar en el de Tres Forcas, en la llamada Sierra de Tarita (Taurit), cuyo
núcleo lo forma el estrato cristalino; continúa, bordeando la costa, a través
de la formación pliocena de Beni Sicar y Beni Bu Gafar, trastornada por los
aflorameitnos hipogénicos, para constituir poco después el curso bajo del Kert,
y al Norte el macizo también hipogénico del Mauro.
Las rocas hipogénicas de este
sistema son andesitas y tranquiandesitas, análogas a las del Gurugú.
El arroyo o barranco de Aguilmán,
que desemboca en la cala de los Pájaros, frente al islote de Charranes, separa
el macizo eruptivo de Tres Forcas del de Beni Sicar, que es sedimentario. Salvo
las alturas que constituyen una sierra pequeña al Noroeste, forma el macizo de
Beni Sicar una meseta, constituida por rocas blandas y blancas (margas y
molasas), limitada por la costa oriental y occidental de la península de Kelaia
e inclinada ligeramente de modo que empezando al Norte con una altitud de 360
metros, baja hasta meterse en Melilla con una pendiente media del 3 por 100.
La meseta parece haber sufrido un
movimiento bascular, inclinándose hacia el Sureste, haciendo así que la divisoria,
que se aproximaba antaño a la costa oriental de la península, se acerque a la
opuesta, obligando al río de Oro a que vaya a desembocar por Melilla en vez de
al Oeste de aquella como lo hiciera antes.
Macizo del Gurugú |
Cierra la región de Kelaia el
macizo del Gurugú. Dos cráteres debían corresponder a este macizo, el llamado
del circo de Barraca y el de la cuenca superior del río de Oro, contiguos y al
pie del Taquigriat (800 metros).
El macizo desciende rápidamente
hacia la mar Chica; pero suavemente hacia el Kert, por las mesetas de Tazuda,
Tlat y Ras Medua. Después de las erupciones, el Gurugú debió sufrir una rotura
en la parte oriental, produciéndose a continuación un hundimiento que basculó
al macizo.
El río de Oro nace en la parte de
Tazuda, llamándolo los nativos, durante su curso alto, Uad Beni Sicar; desviado
por los movimientos terciarios de Tres Forcas y el hundimiento del Gurugú, que
lo han llevado hacia el Oriente en su curso medio, donde el río forma una serie
de meandros, los nativos lo llaman Uad el Meduar, que significa “río que
serpentea”. Por último, cuando ya penetra en Melilla y hasta su desembocadura
recibe el nombre de río de Oro.
Los documentos antiguos acreditan
que este río lo llamaban como el de Melilla y que el nombre actual parece datar
del año 1677.
En los libros parroquiales
anteriores y posteriores a esa fecha, se habla del río de la Olla, el cual no
se sabe si se trata del río del Polígono o del actual de Oro.
El río de Farhana procede de las
alturas de Sidi Hamed el Hach, es muy pobre de curso, y sus aguas, poco
abundantes, son utilizadas para el riego de las diferentes huertas existentes
en sus márgenes. Conjuntamente con el de Oro, forman una vega bastante fértil.
Minas de Uixan |
Especial atención debemos
prestarle a las rocas margas y molasas, predominantemente blancas, que forman
la estructura de la meseta de Beni Sicar, y que se introduce en la Melilla
actual.
Se encuentran formando calizas
casi puras llamadas “creta”, y como son pertenecientes al grupo de las
denominadas “marina”, aparecen con las conchíferas, las de estroques y algo las
oolíticas y las brechoides. También existen con impurezas de arcillas y
areniscas (margocalcáreas).
Además de las rocas calizas,
encontramos arcillas, con más o menos impurezas, yeso, asperón, pedernal, etc.
En la antigüedad, en muchas de
las lomas y montículos cercanos a la Melilla actual, e incluso dentro de ella,
existían capas considerables de Caolín completamente puro y blanco, que poco a
poco, al ser arrastrado por las aguas pluviales, se fue depositando en la base
de lo que comenzaba a ser los lechos de los ríos Farhana y de Oro, así como en
toda la vega formada por ellos. Este manto impermeable, que aún existe, permite
el que haya pozos con agua permanente durante todo el año, haciendo posible el
riego de todas las huertas de la fértil vega.
Por último, debemos tener en
cuenta la existencia de la sal gema repartida y mezclada por toda la zona, que
unida a la composición de las rocas anteriormente citadas, dan el sabor tan
característico, gruesa y salobre, del agua superficial de Melilla.
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