sábado, 16 de diciembre de 2017

Geología

Cabo tres forcas - Faro
La Melilla actual está situada en la base oriental de la Península o cabo de Tres Forcas; por lo que nos limitaremos a tratar, geológica y geográficamente, solamente esta península, que desde un tiempo, más o menos remoto, se la denomina con el nombre de Guelaia, Guelaya o Kelaia; delimitando su base el montículo del Atalayón y el cauce del río Kert, y estando protegida en el centro del resto de la región por el macizo del Gurugú.

Complican sumamente la geología de la zona los hundimientos habidos durante el terciario y la sucesión de erupciones que han dislocado y desordenado la orografía de un modo más aparente que real.

Prescindiendo, pues, de las rocas eruptivas, la parte oriental costera de la antigua Mauritania Tingitana, puede decirse que está formada por tres sistemas de sierras constituidas por materiales anteriores al mioceno, separadas por depósitos de este período.

Vista de Melilla
La que nos interesa es la cordillera litoral, correspondiente a la zona interior de rotura que ha producido el hundimiento del Mediterráneo. Esta cadena, que en la costa europea comienza con el cabo de Gata, en Almería; en el Norte africano la hacemos comenzar en el de Tres Forcas, en la llamada Sierra de Tarita (Taurit), cuyo núcleo lo forma el estrato cristalino; continúa, bordeando la costa, a través de la formación pliocena de Beni Sicar y Beni Bu Gafar, trastornada por los aflorameitnos hipogénicos, para constituir poco después el curso bajo del Kert, y al Norte el macizo también hipogénico del Mauro.

Las rocas hipogénicas de este sistema son andesitas y tranquiandesitas, análogas a las del Gurugú.

El arroyo o barranco de Aguilmán, que desemboca en la cala de los Pájaros, frente al islote de Charranes, separa el macizo eruptivo de Tres Forcas del de Beni Sicar, que es sedimentario. Salvo las alturas que constituyen una sierra pequeña al Noroeste, forma el macizo de Beni Sicar una meseta, constituida por rocas blandas y blancas (margas y molasas), limitada por la costa oriental y occidental de la península de Kelaia e inclinada ligeramente de modo que empezando al Norte con una altitud de 360 metros, baja hasta meterse en Melilla con una pendiente media del 3 por 100.

La meseta parece haber sufrido un movimiento bascular, inclinándose hacia el Sureste, haciendo así que la divisoria, que se aproximaba antaño a la costa oriental de la península, se acerque a la opuesta, obligando al río de Oro a que vaya a desembocar por Melilla en vez de al Oeste de aquella como lo hiciera antes.

Macizo del Gurugú
Cierra la región de Kelaia el macizo del Gurugú. Dos cráteres debían corresponder a este macizo, el llamado del circo de Barraca y el de la cuenca superior del río de Oro, contiguos y al pie del Taquigriat (800 metros).

El macizo desciende rápidamente hacia la mar Chica; pero suavemente hacia el Kert, por las mesetas de Tazuda, Tlat y Ras Medua. Después de las erupciones, el Gurugú debió sufrir una rotura en la parte oriental, produciéndose a continuación un hundimiento que basculó al macizo.

El río de Oro nace en la parte de Tazuda, llamándolo los nativos, durante su curso alto, Uad Beni Sicar; desviado por los movimientos terciarios de Tres Forcas y el hundimiento del Gurugú, que lo han llevado hacia el Oriente en su curso medio, donde el río forma una serie de meandros, los nativos lo llaman Uad el Meduar, que significa “río que serpentea”. Por último, cuando ya penetra en Melilla y hasta su desembocadura recibe el nombre de río de Oro.

Los documentos antiguos acreditan que este río lo llamaban como el de Melilla y que el nombre actual parece datar del año 1677.

En los libros parroquiales anteriores y posteriores a esa fecha, se habla del río de la Olla, el cual no se sabe si se trata del río del Polígono o del actual de Oro.

El río de Farhana procede de las alturas de Sidi Hamed el Hach, es muy pobre de curso, y sus aguas, poco abundantes, son utilizadas para el riego de las diferentes huertas existentes en sus márgenes. Conjuntamente con el de Oro, forman una vega bastante fértil.

Minas de Uixan
Especial atención debemos prestarle a las rocas margas y molasas, predominantemente blancas, que forman la estructura de la meseta de Beni Sicar, y que se introduce en la Melilla actual.

Se encuentran formando calizas casi puras llamadas “creta”, y como son pertenecientes al grupo de las denominadas “marina”, aparecen con las conchíferas, las de estroques y algo las oolíticas y las brechoides. También existen con impurezas de arcillas y areniscas (margocalcáreas).

Además de las rocas calizas, encontramos arcillas, con más o menos impurezas, yeso, asperón, pedernal, etc.

En la antigüedad, en muchas de las lomas y montículos cercanos a la Melilla actual, e incluso dentro de ella, existían capas considerables de Caolín completamente puro y blanco, que poco a poco, al ser arrastrado por las aguas pluviales, se fue depositando en la base de lo que comenzaba a ser los lechos de los ríos Farhana y de Oro, así como en toda la vega formada por ellos. Este manto impermeable, que aún existe, permite el que haya pozos con agua permanente durante todo el año, haciendo posible el riego de todas las huertas de la fértil vega.

Por último, debemos tener en cuenta la existencia de la sal gema repartida y mezclada por toda la zona, que unida a la composición de las rocas anteriormente citadas, dan el sabor tan característico, gruesa y salobre, del agua superficial de Melilla.

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