Edificio Mabel |
La distribución en distritos de la ciudad, hace que los números
pares de la calle López Moreno, situada en pleno centro urbano, pertenezcan al Barrio del Carmen y no al de Héroes de España, descentralizando, sobre el papel, una realidad de hecho. La primera concesión del solar la tendrá D. Francisco Peso Urbano, quién con las trazas — 5 marzo 1910— del técnico militar D. Francisco Carcaño
Más, examinadas por el ingeniero de la Junta de Arbitrios D. José
de la Gándara —2 mayo 1910—, levanta un edificio de tres plantas, siendo la superior destinada a Galería fotográfica. En él, la primera composición con apuntes modernistas ajena al Sr. Nieto, lo que
nos habla de otra vía de penetración de esta nueva estética en la urbe.
Este primer diseño será reformado —4 junio 1912— por el mismo ingeniero, añadiéndole un piso más para igualarlo con la nueva
ampliación de superficie de la casa y la citada Galería al construir
en el solar inmediato, cuyos bajos se dedicarán a imprenta. Ambos
proyectos alcanzarán —según la escritura de préstamo hipotecario y
de venta (29 agosto 1917)—, la suma total de 36.760 ptas. El cambio de propiedad del Sr. Peso a D. Antonio Ibancos Llorca se realizará entre
julio de1918 y marzo de 1920, meses
antes de su muerte —funerales, 7 enero 1921—.
Detalle del mirador |
Sobre el edificio existente, se efectuará la reforma del Sr. Nieto —agosto 1923, presupuesto inicial: 30.870
ptas.—, respondiendo, según el informe de D. Bernardo Gil Pina —administrador y yerno del Sr. Ibancos—, a
que la finca no reunía las condiciones
de seguridad necesarias, debido a las
deficiencias técnicas de la construcción
anterior y a la necesidad de adecuarla
para vivienda de la Sra. Viuda de
Ibancos.
Las obras de mejoras —llevadas a
cabo por el contratista D. Juan
Sánchez Calleja— son, en planta, el
cambio de la caja de escalera que, en el anterior proyecto, dejaba las habitaciones más amplias a segundas
luces y con la nueva ubicación les permite recibir luz directa, salvo
la cocina que la toma del patio interior, y, en alzado, considerando
como fachada principal la de la Plaza Menéndez Pelayo, la composición desdoblada, unitaria y simétrica de un frontispicio de textura
acanalada, donde destaca el mirador central que recorre y enlaza las
dos plantas superiores con desarrollos florales muy acotados a sus
antepechos.
En agosto de 1924, se proyectan dos viviendas en la azotea,
retranqueadas de la línea de fachada y, en mayo de 1940, también
del mismo arquitecto y en el mismo lugar, otras dos habitaciones.
En marzo de 1941, la propiedad le sigue correspondiendo a la Sra.
Viuda de Ibancos y, aproximadamente, una década más tarde a D.
Alfonso Martínez Lobato, quién regenta el «Café Rango» y la confitería «La Bombonera».
Detalles florales y balaustres |
La planta baja —que remarca el dovelaje perpendicular de sus
luces adinteladas— estará destinada a actividades comerciales: a me-
diados del siglo pasado «Almacenes Romero» —cocina a gas butano—, «Emilio Romero Rizo» (1966) y «Muebles Mabel» —desde la
década de los setenta—, a dos fachadas; y a la derecha de la puerta
de acceso, «Cafetería Los Arcos» (1996) y Juan Torreblanca —Pro-
curador—, y, en los pisos superiores, para fines residenciales y oficinas, como: «Construcciones Romero», «Colegio Oficial de Médicos»
(1966), «Centro de reconocimiento de conductores» y, desde los noventa, «Rusadir» —Asesoría fiscal y contable—, sustituido por «Seguros Gan Agemel S. L.» —Asesoría de Gestión (1997)—, así como,
entre otros, el despacho de la abogada Dña. Rocío Rodríguez Bayón.
Por idéntica fecha, en el 2º piso, la «Academia Bueno Ruiz».
La cartela del barcelonés, a la altura del primero, en la crujía
que separa la fachada preponderante de la secundaria, nos habla de
una tipología autográfica, sólo reconocida en este predio y para la
que utiliza la escayola. Será recibida en la fachada por medio de tres
clavos —de distintas cabezas—, estando su decoración formada por
festón y guirnaldas de rosas, a modo de orla, de una leyenda epigráfica
—E Nieto ARQUITECTO—, que se verá invadida por las ramas
ascendentes del laurel.
Lo más destacado, sin lugar a dudas, son los balaustres de sus
herrajes —piso segundo en Menéndez Pelayo y plantas superiores en López Moreno— en el más puro Art Nouveau que hoy podemos
encontrar en la ciudad. Sin embargo, no debe sorprendernos del todo
la reiteración de esta seriada «línea de látigo» en provincias como
Almería y en la región levantina, como nos habla el Dr. Villanueva
Muñoz, mencionándonos una oferta y elección por catálogo que
emparenta afinidades y diseños.
Junto a ellos reseñar, por un lado, las molduras de las sobre ventanas que, con el perfil sinuoso de la hiedra, triplican, y hacen trino
de casi todos los elementos ornamentales vegetales que, con las algarrobas inferiores, florecen, junto a hojas lanceoladas, en lo más alto
de sus curvaturas. Por otro, las mirandas enmarcadas por alargados
baquetones y el trazado inciso, de perfil curvilíneo, que custodia sus
vanos acristalados y donde los antepechos, ramificando tallos y helechos, nos permiten visualizar el crecimiento vibrante y siempre sinuoso de la naturaleza.
El edificio —restaurado en 2009— quedará rematado por un
pretil remozado, partiendo de un entablamento con una cima recta,
alero corrido y un friso atomizado, en toda su extensión, donde reina la rosa. Este bello inmueble, sólo desdibujado por la vivienda de
azotea colindante con su línea de fachada, nos dará paso, en próximas composiciones, a silencios ornamentales que deben ser valorados
como la salida paulatina y compensada de un lenguaje estilístico en
plena evolución hacia su canto del cisne.
Salvador Gallego Aranda - Enrique Nieto: Un paseo por su arquitectura
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