sábado, 7 de abril de 2018

Edificio Mabel

Edificio Mabel
La distribución en distritos de la ciudad, hace que los números pares de la calle López Moreno, situada en pleno centro urbano, pertenezcan al Barrio del Carmen y no al de Héroes de España, descentralizando, sobre el papel, una realidad de hecho. La primera concesión del solar la tendrá D. Francisco Peso Urbano, quién con las trazas — 5 marzo 1910— del técnico militar D. Francisco Carcaño Más, examinadas por el ingeniero de la Junta de Arbitrios D. José de la Gándara —2 mayo 1910—, levanta un edificio de tres plantas, siendo la superior destinada a Galería fotográfica. En él, la primera composición con apuntes modernistas ajena al Sr. Nieto, lo que nos habla de otra vía de penetración de esta nueva estética en la urbe.

Este primer diseño será reformado —4 junio 1912— por el mismo ingeniero, añadiéndole un piso más para igualarlo con la nueva ampliación de superficie de la casa y la citada Galería al construir en el solar inmediato, cuyos bajos se dedicarán a imprenta. Ambos proyectos alcanzarán —según la escritura de préstamo hipotecario y de venta (29 agosto 1917)—, la suma total de 36.760 ptas. El cambio de propiedad del Sr. Peso a D. Antonio Ibancos Llorca se realizará entre julio de1918 y marzo de 1920, meses antes de su muerte —funerales, 7 enero 1921—.

Detalle del mirador
Sobre el edificio existente, se efectuará la reforma del Sr. Nieto —agosto 1923, presupuesto inicial: 30.870 ptas.—, respondiendo, según el informe de D. Bernardo Gil Pina —administrador y yerno del Sr. Ibancos—, a que la finca no reunía las condiciones de seguridad necesarias, debido a las deficiencias técnicas de la construcción anterior y a la necesidad de adecuarla para vivienda de la Sra. Viuda de Ibancos.

Las obras de mejoras —llevadas a cabo por el contratista D. Juan Sánchez Calleja— son, en planta, el cambio de la caja de escalera que, en el anterior proyecto, dejaba las habitaciones más amplias a segundas luces y con la nueva ubicación les permite recibir luz directa, salvo la cocina que la toma del patio interior, y, en alzado, considerando como fachada principal la de la Plaza Menéndez Pelayo, la composición desdoblada, unitaria y simétrica de un frontispicio de textura acanalada, donde destaca el mirador central que recorre y enlaza las dos plantas superiores con desarrollos florales muy acotados a sus antepechos.

En agosto de 1924, se proyectan dos viviendas en la azotea, retranqueadas de la línea de fachada y, en mayo de 1940, también del mismo arquitecto y en el mismo lugar, otras dos habitaciones. En marzo de 1941, la propiedad le sigue correspondiendo a la Sra. Viuda de Ibancos y, aproximadamente, una década más tarde a D. Alfonso Martínez Lobato, quién regenta el «Café Rango» y la confitería «La Bombonera».

Detalles florales y balaustres
La planta baja —que remarca el dovelaje perpendicular de sus luces adinteladas— estará destinada a actividades comerciales: a me- diados del siglo pasado «Almacenes Romero» —cocina a gas butano—, «Emilio Romero Rizo» (1966) y «Muebles Mabel» —desde la década de los setenta—, a dos fachadas; y a la derecha de la puerta de acceso, «Cafetería Los Arcos» (1996) y Juan Torreblanca —Pro- curador—, y, en los pisos superiores, para fines residenciales y oficinas, como: «Construcciones Romero», «Colegio Oficial de Médicos» (1966), «Centro de reconocimiento de conductores» y, desde los noventa, «Rusadir» —Asesoría fiscal y contable—, sustituido por «Seguros Gan Agemel S. L.» —Asesoría de Gestión (1997)—, así como, entre otros, el despacho de la abogada Dña. Rocío Rodríguez Bayón. Por idéntica fecha, en el 2º piso, la «Academia Bueno Ruiz».

La cartela del barcelonés, a la altura del primero, en la crujía que separa la fachada preponderante de la secundaria, nos habla de una tipología autográfica, sólo reconocida en este predio y para la que utiliza la escayola. Será recibida en la fachada por medio de tres clavos —de distintas cabezas—, estando su decoración formada por festón y guirnaldas de rosas, a modo de orla, de una leyenda epigráfica —E Nieto ARQUITECTO—, que se verá invadida por las ramas ascendentes del laurel.

Lo más destacado, sin lugar a dudas, son los balaustres de sus herrajes —piso segundo en Menéndez Pelayo y plantas superiores en López Moreno— en el más puro Art Nouveau que hoy podemos encontrar en la ciudad. Sin embargo, no debe sorprendernos del todo la reiteración de esta seriada «línea de látigo» en provincias como Almería y en la región levantina, como nos habla el Dr. Villanueva Muñoz, mencionándonos una oferta y elección por catálogo que emparenta afinidades y diseños.

Junto a ellos reseñar, por un lado, las molduras de las sobre ventanas que, con el perfil sinuoso de la hiedra, triplican, y hacen trino de casi todos los elementos ornamentales vegetales que, con las algarrobas inferiores, florecen, junto a hojas lanceoladas, en lo más alto de sus curvaturas. Por otro, las mirandas enmarcadas por alargados baquetones y el trazado inciso, de perfil curvilíneo, que custodia sus vanos acristalados y donde los antepechos, ramificando tallos y helechos, nos permiten visualizar el crecimiento vibrante y siempre sinuoso de la naturaleza.

El edificio —restaurado en 2009— quedará rematado por un pretil remozado, partiendo de un entablamento con una cima recta, alero corrido y un friso atomizado, en toda su extensión, donde reina la rosa. Este bello inmueble, sólo desdibujado por la vivienda de azotea colindante con su línea de fachada, nos dará paso, en próximas composiciones, a silencios ornamentales que deben ser valorados como la salida paulatina y compensada de un lenguaje estilístico en plena evolución hacia su canto del cisne.

Salvador Gallego Aranda  - Enrique Nieto: Un paseo por su arquitectura

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