Iglesia del Sagrado Corazón |
Esta iglesia situada en la plaza Menéndez Pelayo, se
eleva como baluarte de la fe cristiana en pleno centro de la ciudad de Melilla.
Según “El Alminar de Melilla” fue la primera iglesia construida fuera del
recinto amurallado de Melilla La Vieja ya que hasta la fecha de su
construcción, sólo existían capillas en los recintos exteriores o en las sedes
de los regimientos militares.
La construcción pasó por varias fases de avance y
retroceso ya que por falta de fondos sus obras se interrumpieron en diversas
ocasiones teniendo que desandar lo andado, es decir, derribar para volver a
construir. Según las fuentes históricas de la Diócesis de Málaga, el 8 de
diciembre de 1901 se puso la primera piedra de esta iglesia, llamada en un
principio la Iglesia del Llano, en terrenos cedidos por el municipio.
Su promotor en primera instancia fue el vicario D.
Eduardo Alvendín Carrasco, el cual obtuvo los fondos de la venta de unos
huertos situados en el Mantelete exterior (zoco del centro de la ciudad),
propiedad de la Iglesia, así como de rifas y festejos organizados al efecto, y
de la recaudación por parte de los subscriptores y de los cuarteles militares.
Sin embargo, este compendio de recursos económicos no fue
suficiente y debido a que la campaña de 1909 interrumpió las gestiones de las
colectas, las obras de la iglesia, que hasta ese año se realizaban a
trompicones debido a la irregularidad de la financiación, se paralizaron por
completo.
No fue hasta el 5 de febrero del año 1912 que gracias a
las constantes gestiones del nuevo vicario D. Miguel Acosta el Ministerio de
Gracia y Justicia emitió una Real Orden por la cual se aprobaba el proyecto de
finalización de las obras de la iglesia, concediéndoles 30.000 pesetas para
ello.
Plaza Menéndez Pelayo |
Sin embargo, como indica el archivo de la Diócesis de
Málaga, el presupuesto de dichas obras era de 240.000 pesetas y aunque se
derribaron las ruinas de la primera obra (previa a 1909) y se volvió a edificar
desde el principio (en mayo de 1913), la falta de recursos volvió a detener las
obras durante cuatro años más.
Al fin, en mayo de 1917 se hizo una Ley por la cual se
concedió un crédito para acabar la obra bajo la dirección del arquitecto
diocesano D. Fernando Guerrero Strachán. Las obras se iniciaron el 14 de julio
de 1917 y se inauguró definitivamente el 19 de mayo de 1918 con la asistencia
del Obispo de Málaga, D. Manuel González García. La Navidad de ese mismo año,
la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús fue bendecida.
La ornamentación de la iglesia fue gracias a la creación
de un patronato de damas y mujeres de altos cargos que recaudaron fondos
llegando a la cifra de 1.150 pesetas (un 20% de lo donado por el Estado). Entre
dichas mujeres se encontraba Sofía Martín Pinillos (esposa del general Aizpuru)
como presidenta de dicho patronato, y Francisca Peré (esposa del alcalde
Cándido Lobera) como tesorera. La donación más importante fue la de la entonces
reina de España, Victoria Eugenia, que donó la cantidad de 1.000 pesetas.
Apenas unos días antes de la inauguración de la iglesia,
se colocaron tres grandes lámparas y los dos altares menores, así como el Altar
Mayor y el recubrimiento de la imagen titular con una artística hornacina, de
las que apenas se conserva algún vestigio. Dichos altares eran de madera
esmaltada en blanco imitando al mármol.
Sic transit gloria mundi
Iglesia del Sagrado Corazón |
La gloria del mundo pasa demasiado rápido y ahora sin
llegar al centenario de su edificación, sólo nos quedan los archivos y las
imágenes para relatarnos la historia de esta iglesia. En aquel entonces los
generales Aizpuru y Monteverde recibieron al Obispo en el muelle haciendo los
honores el Regimiento de África. Melilla comenzaba a extenderse fuera de las
murallas del casco antiguo y la inauguración de esta primera iglesia “del
llano” como la denominaba la prensa en aquel entonces era todo un
acontecimiento.
En palabras del Obispo, según “El Alminar de Melilla”:
“[...] La emoción me impide expresar lo que siento, pero
confiad en mí, soy obispo de muchas iglesias abandonadas, de muchas iglesias en
cuyo camino ha crecido ya la hierba y prometo trabajar con fe y entusiasmo para
que cese ese desidioso estado, los templos son escuelas de conciencia y he de
procurar que no perdure el abandono del que os hablaba [...]”
Después de la inauguración y de la visita del Obispo,
éste permaneció en Melilla realizando diversos actos y visitas. El primer
bautizo realizado en esta iglesia, fue de una niña llamada María hija de Manuel
Núñez.
El resultado final del templo realizado por D. Fernando
Guerrero Stracham, contaba con una estructura de ladrillo al estilo románico,
con una superficie de 500 m2 y capacidad para 2.000 personas.
La intervención de Enrique
Nieto
Iglesia del Sagrado Corazón en la actualidad |
Años más tarde, en 1927, fuertes temporales de agua y
viento azotaron la ciudad de Melilla. Estos temporales provocaron destrozos en
toda la ciudad y especialmente en la iglesia. Aquí es donde interviene Enrique
Nieto, discípulo de Gaudí y autor de muchas obras y proyectos modernistas en la
ciudad.
Su cometido fue reparar la aguja de la torre y las
grietas que se produjeron en la base de la misma.
1989, la ruina de una
iglesia
Tal y como profetizó el Obispo, la iglesia del Sagrado
Corazón en el año 1988 se encontraba en un estado deplorable, su estructura se
caía a pedazos. Las campanas dejaron de sonar y se imitaba el sonido mediante
megafonía. Además del deterioro de los años, se suma el efecto de la
iconoclasia que arrasó con todos los ornamentos del templo en el cual incluso
dejaron de funcionar las lámparas.
Gracias a la amistad de Mohand Moh Mohatar con el vicario
D. Santiago Martínez, se pudo restaurar la iglesia.
Mohand Moh Mohatar, hombre que no ha recibido apenas
ningún reconocimiento, aportó once millones de pesetas en 1989. Con ese dinero
se pintó la iglesia y se renovó la instalación eléctrica, se repararon y
barnizaron los altares, tronos y mobiliario, y lo más importante, se construyó
el Sagrario situado a la izquierda del Altar Mayor.
Restauración de la fachada
en 2004
Lateral de la Iglesia del Sagrado Corazón |
Con el paso del tiempo y debido a diversos factores, de
los cuales el más importante es la meteorología, se ha restaurado la fachada de
la iglesia para que esta luzca su mejor cara.
Concretamente en 2004, la Fundación BBVA colaboró en la
restauración de dicha fachada. El 4 de mayo de 2004, tal y como se indica en la
nota de prensa, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José
Imbroda, acompañado por la Consejera de Cultura, Simi Chocrón se reunieron en
la sede de la presidencia junto con el director de la Fundación BBVA, Rafael
Pardo.
En dicha reunión se dio inicio oficial al convenio de
colaboración suscrito entre ambas instituciones, lo que implica una
financiación de 200.000 €. Estaba previsto que gracias a esta aportación, los
trabajos de restauración de la fachada se realizaran en el plazo de un año
aproximadamente.
Este proyecto se incluye en el Plan para la Conservación
y Rehabilitación del Patrimonio de Templos y Conventos de Melilla de la
Consejería de Cultura de Melilla. También se enmarca, en la parte
correspondiente al Grupo BBVA, en su ámbito de actuación de Responsabilidad
Social Corporativa.
La por aquel entonces sede de la Vicaría de Melilla y
Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, aún vería en los años venideros más
restauraciones ya que esta iglesia de estilo neorrománico es sin duda alguna
una de las más populares de Melilla.
Restauración del chapitel
en 2011
Retirada del antiguo chapitel |
En agosto de 2010, la Ciudad Autónoma y el Obispo de Málaga
firmaron un convenio de colaboración por el cual se decidió iniciar las obras
de rehabilitación del chapitel. El anterior tuvo que ser retirado en abril de
2009 debido al deterioro que sufrió como consecuencia de un temporal del
viento, según cuenta Diario Sur.
La tan esperada restauración del chapitel se realizó a
mediados de 2011 con un coste de 230.000€.
Estas obras de restauración no fueron nada sencillas, tal
y como se espera de cualquier restauración de elementos que combine altura y
dificultad de acceso. La restauración del chapitel incluyó la instalación de un
aplacado de plomo de 2 mm de grosor por parte de “Zetaene S.A.”
Chapitel en los talleres de Zetaene para ser recubierto |
Además de los problemas estrictamente técnicos, dicha
empresa se encontró con la dificultad que comportaba trabajar fuera de la
península, por lo que a efectos de la realización de los trabajos tuvieron que
planear una excelente coordinación entre la ejecución, el transporte de
materiales y la dirección de la obra.
Otro de los hándicaps de esta restauración, fue la
fisionomía del propio chapitel. Una aguja a ocho caras con un elevado número de
piezas de diferente medida entre sí en proporción a la superficie de la
cubierta.
Ventana forrada de plomo |
Las bandejas de plomo que cubren el chapitel así como el
forrado de las ventanas de madera y del pináculo superior se realizó en los
talleres de carpintería de la empresa mencionada previamente. Un trabajo que
fue enviado desde Málaga, ciudad de donde provenía el convenio de colaboración,
para luego ser enviado a Melilla.
La instalación del planchado de plomo se realizó
directamente sobre la estructura metálica del chapitel que se encontraba
situado al pie de la iglesia.
Pináculo finalizado con el recubrimiento |
Es muy conocido el color que adquiere el cobre, utilizado
sobretodo en la construcción de cubiertas, ya que al oxidarse se produce
carbonato de cobre y le da al material un color verde inusual que destaca por
encima del resto de la construcción. En este caso, el plomo, debido a la acción
del salitre de las relativamente cercanas aguas marinas, adquirió un color
oscuro (prácticamente negro azabache) que hace pensar a aquellos que observan
la iglesia que podría tratarse de un chapitel de pizarra.
Nave central y Altar mayor |
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