lunes, 27 de abril de 2020

Entrada principal del Parque Hernández


Entrada principal del Parque Hernández
Situada en la zona del parque colindante con la plaza de España. El proyecto de este monumento es del ingeniero militar José de la Gándara realizado en 1914. Los escudos son posteriores y se deben al escultor Emilio Manescau.

Descripción del monumento
Portada monumental construida en piedra sillería. Presenta dos torreones culminados por sendas coronas ducales de las que emergen una escultura de Guzmán el Bueno, en le momento de lanzar el puñal con el que sacrificaba a su hijo, durante la defensa de Tarifa. Las figuras de Guzmán el Bueno son figurativas de medio cuerpo y bajo ellas, en el torreón, destacan sendos elementos heráldicos con el escudo de la ciudad, aunque los originales fueron sustituidos durante la II República y reconstruidos posteriormente por el escultor Emilio Manescau. Entre los dos torreones se abre el paso principal con verja de hierro y a ambos laterales dos pasos menores. Destaca en uno de los laterales, la firma cantería del monumento.

Escudo de la Ciudad Autónoma
Historia del monumento
En 1900, Venancio Hernández encarga al ingeniero militar D. Vicente García del Campo la formación del parque. Es inaugurado el 18 de mayo de 1902 pero no será hasta 1914 cuando se finalicen las obras de la entrada y cercamientos del parque.

Una vez organizada la Plaza de España y finalizada sus obras, se acomete la entrada monumental del parque con rejas y pilares. Estos torreones pilares están en relación lineal con la fila de palmeras del paseo central. La verja se proyectó sin decoración porque se pensaba que iría cubierta con plantas trepadoras.

En la esquina del parque se proyectaba la construcción de un pabellón, bar o cervecería para amortizar en parte el valor de la obra, denominándose durante algún tiempo Bar Cambrinus. El montante de la obra según La Gándara ascendía a 73.310 pesetas aunque posteriormente se produce un aumento de 15.536 (28 de abril de 1915).

El contratista de las obras fue José Valdés Ruidiaz, afincado en Barcelona en la Rambla de Cataluña nº 116, que se hizo cargo de toda la obra, incluidos los trabajos de escultura y cantería, en los que se exigía una labra fina.

Algunos de los materiales de su construcción vendrían de Barcelona, sin embargo, la irrupción de la I Guerra Mundial no permitió la travesía de los vapores entre la ciudad condal y Melilla, quedando sin embarcar la reja de hierro y demás motivos decorativos.

Tras muchas dificultades impuestas por  el personal obrero como por el ingeniero, la obra queda finalizada el 19 de octubre de 1914.
Entrada desde la parte de atrás

Las esculturas son de mármol, y el ingeniero La Gándara debía designar al escultor cuyo nombre no consta en la documentación consultada, pero que formaría parte del equipo constituido por José Valdés para ejecutar el proyecto. Los escudos fueron destruidos en 1931 y repuestos por el escultor Emilio Manescau Baccarelli en 6 de junio de 1951.

El ingeniero
Nació en Vigo el 9 de febrero de 1880. Hijo de José de la Gándara Sestelo y de Joaquina Cividanes Rodríguez; fueron padres de seis hijos. El 1 de agosto de 1898 ingresaba en la Academia de Ingenieros de Guadalajara.

En enero de 1910 ya estaba en Melilla, ciudad en la que permaneció durante varios años hasta que en diciembre de 1914 le asignan un nuevo destino.

Durante estos años proyectó diversas obras, siendo quizá las más significativas la urbanización de la Plaza de España, el Hospital de la Cruz Roja, (pensado como Grupo Escolar), Panteón de Héroes, Comandancia de Ingenieros, etc.
Fachada en los años 50

El escultor
Emilio Manescau Baccarelli nació el 13 de noviembre de 1910 en Mendoza (Argentina). Era hijo del Manuel un joven “inquieto y creativo” que trabajó como artista de zarzuela y opereta. Durante su estancia en Argentina conoció a la que sería su mujer Antonia Baccarelli Baccarelli. En 1911 regresaron a España para afincarse en Madrid. Cuatro años después se desplazan a Melilla.

En la infancia afloran ya sus dotes artísticas que con el paso de los años quedarían reflejadas en la multitud de obras que, a día de hoy disfrutamos en la ciudad.

En 1945 contrajo matrimonio con Teresa Rueda, instalándose la pareja en el Barrio del Tesorillo. La familia abandona la ciudad y el país, regresando en 1953 a Argentina. Emilio falleció en 2009. 

Uno de sus últimos trabajos en Melilla fue la reparación en 1951 de los escudos de mármol que había en la puerta de entrada al Parque Hernández y que habían sido destruidos durante la República.


[Bibliografía: Catálogo de monumentos y placas de la Ciudad Autónoma de Melilla. AAVV. Fundación Melilla Ciudad Monumental.2007

El escultor Emilio Manescau Baccarelli en Melilla. Manuel Aragón Gómez. AKROS Nº 10. Fundación Melilla Ciudad Monumental.2011]



Fundación Melilla Ciudad Monumental

fotografiasdemelilla.blogspot.com

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