sábado, 27 de enero de 2018

Edificio Aldaba

Edificio Aldaba
Entre la calle Cándido Lobera y Ejército Español se encuentra este edificio diseñado por Enrique Nieto. Forma parte del conjunto de solares proyectados en la organización de la parte derecha de la carretera del polígono, aprobada por la Comandancia el 1 de abril de 1907. Se denominó así a esa vía, que se corresponde con la Avda. de Juan Carlos I Rey, por conducir desde la puerta de Santa Bárbara —Plaza de España— hasta el barrio del Polígono Excepcional.

En un primer momento, el solar que se identifica con el número 157 del que fue Barrio Reina Victoria será concedido, para su construcción —junto con el 159— , a D. Manuel Palomares en los límites del año 1909. Sin embargo, el concesionario que nos interesa es D. José Guardiola quién, a principios de 1910, va a motivar la instancia elevada por el Sr. Nieto al Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Arbitrios, cursada el 21 de febrero, en solicitud del plano de situación correspondiente.

Facilitado, el mismo, por el ingeniero de la Junta de Arbitrios D. José de la Gándara seis días más tarde, se le remitirá al arquitecto con fecha dos de marzo del mismo año. Con ello, se cumplimenta el paso previo para la redacción del proyecto de vivienda, de planta baja y piso, del Sr. Guardiola en su predio.

Detalles florales
El diseño del inmueble no se aparta estilísticamente de lo mencionado para la residencia del Sr. Buxedas. Nos encontramos con el pretil alienado de azotea, donde el juego de líneas rectas, cóncavas y convexas rematadas en semicírculos, combinan con el herraje, retorcido y de fundición, de sus balaustres.

Empezamos la descripción de la casa por el «tejado», al ser la ausencia de esos pequeños remates curvos en la parte correspondiente a los miradores, junto a la simetría muy bien forzada de los antepechos de la azotea, lo que nos puso en duda sobre su ubicación original a la hora de confeccionar el edificio.

Efectivamente, la colocación de las miradas tiene lugar al principio de la década de los treinta, cuando, con motivos de las reformas llevadas a cabo en su propiedad por D. David M. Levy, se le autorice, a 10 de octubre de 1931, construir los miradores, los cielos rasos y a repellar algunas grietas aparecidas en su interior. Esto enlaza con el cinturón metálico colocado en las fachadas del edificio, a partir del 30 de agosto de 1929, por su anterior propietario D. José Jorro. A mediados del siglo pasado, la propiedad del inmueble corresponderá a D. Isaac M. Levy Carciente.

Aldaba hexagonal
Los cierres abren sus huecos de forma trilobulada, y cuentan con un exorno más adicional que configurativo, intentando resquebrajar los límites de su silueta a través de los respiraderos calados y la suma, a su superficie, de una socorrida hoja de acento de agudos perfiles que tratan de emparentarse con las molduras sinuosas y el requiebro de tallos y pétalos de unas sobre ventanas rematadas por óculos floreados.

Es decir, estamos hablando de un diseño inicial sin miradores, tal como está compuesta hoy su fachada en la calle Ejército —antes Canalejas— con cinco vanos en sus dos plantas, cuyo voladizo, en el primer piso, presenta sus rejas pareadas para las ventanas extremas e independientes para la luz central.

Su entrada principal, descentrada, por la calle Joaquín Costa —hoy Cándido Lobera—, sobresale por el portalón de diseño, donde, en la conjunción de la madera con el hierro, destaca la pareja de aldabas hexagonales, presididas por el rostro de «Hera o Juno» como ideal clásico de lo femenino. A modo de dosel, en su tercio superior, ramajes de hojas de laurel y, a cierta distancia, la terna de círculos secesionistas que la entroniza.

A la derecha de su ingreso, a finales de la década de los veinte del siglo pasado, estaba instalado el «Gran Café Royal», especialista en mantecado y horchata de chufas, después «Joyería Benaim» y «Casa Benaim, tejidos» —antiguo AFROTEX—. Actualmente, «Foto Velox» —desde 1932, Todo el mundo es fotogénico... en 6 posiciones distintas», «Jaime« y ocupando las dos calles, en su esquina, «Dasuel», y, a continuación, la «Joyería-Relojería Suiza». En planta principal, D. Moisés Chocrón Murciano —clínica ginecológica- y el «Sindicado Independiente ANPE Melilla», anteriormente, estuvo, asimismo, la consulta de D. Antonio Rivas Cárdenas —Medicina Interna y Rayos X (1979).

Detalle del dosel
Hoy, en este inmueble achatado a dos vientos, apenas se percibe la sillería simulada que parecía articular sus paramentos —en el piso superior—, ni el encadenado de su ángulo, ni las platabandas de sus bajos, cuyos perfiles en relieve le daban calidades pictóricas a lo raso, a la vez que hacía contrastar su bicromía con las molduras ornamentales. Fábrica y molduras han ido permutando sus tonalidades, respectivamente, de ocre oscuro y carne claro, anteriormente, al blanco y marrón-anaranjado actualmente.

Son los inicios titubeantes de su quehacer en la urbe, el protomodernismo que explica lo que por venir o el modernismo pleno, el preludio de una carrera y la proyección de un estilo dilatado en su coherencia, el trasvase y el aprehender unos motivos singulares y, a la vez, diferenciados —en volumen y número—, que partirán de un mismo origen: la naturaleza preponderante en un nuevo y proyectado jardín urbano.

sábado, 20 de enero de 2018

Edificio Confitería El Gurugú

Edificio "Confitería El Gurugú" (Foto Barroso)
Situado sobre el solar 116 del Barrio Reina Victoria —hoy, Héroes de España— puede considerarse como el primer proyecto particular redactado por el arquitecto Enrique Nieto en Melilla. Incluso, podemos confirmar que es uno de los motivos principales de su residencia accidental en la ciudad, en 1910.

Tal aserto parte de lo que conocemos como la segunda llegada del Sr. Nieto a la urbe el mismo día 7 de diciembre de 1909, en que, por encargo de Manuel Buxedas Aupi, presenta la instancia, a la Junta de Arbitrios, solicitando el plano del emplazamiento del citado solar. El trazado referido, facilitado por el ingeniero de la institución que cumple las funciones de Corporación Municipal, se le remite siete días más tarde, para que comience el diseño de la futura edificación.

Pero será, sobre todo, a partir del certificado del Vocal Secretario de la Junta D. Emilio Mármol, donde se especifica: Que el vecino de Barcelona, Don Enrique Nieto y Nieto se encontraba accidentalmente en esta Plaza el día 12 del actual, hospedándose en el Hotel Victoria, cuando la hipótesis planteada, en un principio, tome cuerpo definitivamente.

Esquina calle Pareja
Informado favorablemente el proyecto de planta baja y piso, a 21 de enero de 1910, se le autorizará meses más tarde —enero 1911— su ampliación con un nuevo piso sobre la planimetría ya confeccionada. Las obras concluirán en ese mismo año, según reza la cartela numérica, orlada de flores, que remata el chaflán del inmueble. Asimismo, en marzo de 1911, se le autorizará a los Sres. Buxeda y Bregolat, la instalación de una tienda de comestibles y drogas en la calle Pareja.

La importancia del edificio radica más en lo ya expuesto que en los motivos ornamentales que enriquecen sus parámetros. Si bien, aunque estos reducidos al sinuoso movimiento del enmarcado y guardapolvos de los vanos, al escalonado pretil que remata la línea de cornisa, y a los herrajes preñados de sus balcones, marcan el análisis de la primera arquitectura del barcelonés en Melilla, diferenciándose, en cierta medida, de los lenguajes clasicista e historicismo ya asentados, en las construcciones civiles, por los ingenieros militares de la Plaza.

Sobre todo, destacamos la orla compuesta de tallos desorientados que, en su crecimiento, parecen escapar de las tramas ortogonales y en crucería —dispuestas en los ángulos inferiores— con hojas lanceadas que preparan el advenimiento de flores volumétricas que, conforme ascienden, van abriendo sus pétalos para que sobresalgan sus filamentos y anteras. Es la vida, la naturaleza en crecimiento, una de las premisas de la estética modernista. En su interior, los cuatro dígitos (1911) se entrelazan por su base a modo de roles, acompañando a la cifra, en todos sus trazos, en su ritmo ondulado.

Detalle de la fachada
La composición asimétrica anterior, contrasta con el pequeño detalle ornamental inferior donde prima lo axial. A modo de eje principal, los círculos concéntricos calados por las tres bandas, cortejados, a su vez y a medida, por hojas de acanto que se envuelven sobre sí mismas. Este patrón se reitera simétricamente, aunque pase desapercibido, en el marco superior de los batientes de las persianas de librillo que cierran las luces de los pisos del inmueble.

El pretexto, siempre recurrente en la localidad, de ir ganando altura por medio de las habitaciones en la azotea, queda patente en la configuración actual del edificio, el cual se ve muy desmejorado con el tapial adintelado que culmina la línea escalonada y mixtilínea del remate deprimido de su fachada.

Detalle de la fecha
Muy interesantes se podían considerar algunos detalles del interior de su planta baja: las vidrieras modernistas emplomadas —según el curso del dibujo—, el diseño de sus cancelas y listeles, el biselado de sus espejos y las tolvas del antiguo tostadero de café. Acondicionado, en los años ochenta por el diseñador D. Carlos Baeza, para la marca «Classic-Nouveau», se podía apreciar en sus composiciones la reinterpretación que parte y conserva lo ya existente. Hoy, dicha imagen ha desaparecido y sus partes más deslumbrantes quedan ocultas por expositores más modernos de la firma comercial «Mongos». En su chaflán, desde 1911, el «Gurugú».

A la derecha de la entrada —Prim, 10—, «Decoración Toñi Berenguer», donde, anteriormente estuvo «Lupe Pina». El interior del portal, conserva, en su caja de escalera, las ventanas con cristales de colores, pasamano de madera y forja de hierro para sus balaustres, donde destaca, en su centro, la flor de lis.

Molduras interiores
Muy relacionado con este inmueble, en cuanto a tipo decorativo —en fachada— se refiere, tenemos el ubicado en la calle José Antonio Primo de Rivera, 5. El proyecto, redactado por el arquitecto en abril de 1910, con planta baja y piso —hoy una planta más—, para D. Pedro Ballesteros Lara, contaba en sus recreados con un diseño diferente, pero en la misma línea compositiva, optándose, finalmente, por las molduras utilizadas en el edificio anterior, si bien resaltando la dovela-clave de su arco adintelado.

En esta ópera prima del Sr. Nieto en Melilla, se atisba, eso sí, con un mínimo repertorio en su exorno, su ecuación personal entre lo volumétrico y lo lineal que no tardará mucho en llegar y que caracterizará los más bellos ejemplos de su «re.edificatoria» en la urbe.


Salvador Gallego Aranda  - Enrique Nieto: Un paseo por su arquitectura

sábado, 13 de enero de 2018

Los íberos y beréberes

Origen de los íberos
La zona Norte del actual Reino de Marruecos, la parte que en la actualidad muchos llaman «el Rif», y que abarca desde el Atlántico hasta el cauce del río Muluya, y limitado al Sur por el conocido paralelo del «pasillo« o «boquete» de Taza, es la región que nos acontece, por su vinculación con Melilla y Ceuta, así como con sus habitantes, hermanos de nuestra raza íbera.

Esta nación, que ahora se encuentra anexionada al sultanato de Marruecos, por obra, gracia y capricho francés; siempre fue parte indisoluble del Sur de la Península Ibérica y en todo caso, independiente.

Ya sabemos que la historia es irreversible, pero también sabemos que no siempre es la justicia de la razón. Que a veces perdona o engrandece al culpable y se salta generaciones; pero nunca se le escapa los pueblos. ¡Cuántos herederos inocentes, individuos o sociedades, no han perecido por sus antepasados culpables!

Podemos pues decir, con todo el conocimiento de causa que nos ampara, que el Rif, debería ser hoy, según su tradición étnica e histórica un Estado independiente.

Mujer íbera
En el estudio realizado profundamente sobre el Rif de Michaux Bellaire, traducido por Cerdeira, e institulado «Apuntes para la historia del Rif», en la página 76, dice lo siguiente: «Son, pues, los rifemos la genuina representación de los habitantes del tan conocido Blades Siba, y el territorio del Rif puede y debe desde luego considerarse como uno de los tres grandes estados beréberes de Marruecos, independientes de hecho, país normalmente insumiso en continua y franca hostilidad contra los sultanes, a los que, sin embargo, no dejan de respetar cuando les conviene, y en general, región que ha perdurado en su rebeldía contra todo poder exterior, romano, godo, cristiano o musulmán, que pretendió con o sin pretexto justificado, inmiscuir con ellos su vida social».

Con inquietud, continuando investigando sobre el origen de las primeras tribus que poblaron la parte Nororiental de África, vemos que Mármol, siguiendo al León Africano, da como más digna de crédito la tradición de que lo primeros pobladores de África Septentrional fueron cinco linajes beréberes, que en su época conservaban los antiguos nombres de Zinhagia, Muçamuda, Zeneta, Havara y Gumera. Y en relación con los últimos indica que «moran en la sierra el menor Athalante (cordillera rifeña), que caen sobre la costa del mar Mediterráneo, y ocupan desde los confines de la ciudad de Ceuta hasta la última parte de la Mauritania Tingitana, donde confina con la Cesariense (río Muluya).

En la zona de Utlega (Gumera) existe un cementerio en donde está enterrado un alfaquí llamado Agmir, que fue el fundador, oriundo de Gumer.

Ptolomeo, distingue en el Norte de África los llamados «Metagónicos», que habitaban en las zonas próximas al Estrecho, de los cuales obtenían los cartagineses sus mercenarios, los «Socossi», en el mar de la Iberia, es decir, los habitantes del Rif, y d los que Tissot afirmó existen en la actualidad una fracción en el Uarga; los «Mazices» antiguos, que eran los actuales beréberes (Amazigh), recuerdan las palabras transcritas en documentos egipcios: matices y maxuax (de Masoc).

Guerrero íbero
Tácito describe a los mauritano tingitanos como gentes rebeldes pero nobles, aunque, a veces, de carácter quisquilloso y pendenciero.

Existen muchísimas opiniones de tratadistas árabes y berberiscos, que con respeto a los orígenes del beréberes, dicen lo siguiente:

  • 1º Que descienden de Abraham por Yeksan
  • 2º Que son yemenitas
  • 3º Que son ghasanidas
  • 4º Que son himyeritas
  • 5º Que es una fracción del pueblo de Goliat
  • 6º Que es una mezcla de cananeo y amalectiras que se extendieron después de la muerte de Goliat y fueron transportados por Ifrico, desde Siria, para invadir el Maghreb, llamándoles berberiscos.
  • 7º Que proceden de Cam, hijo de Noé, siendo su abuelo Beréber.
  • 8º Análoga a la anterior por su procedencia de Beréber, pero descendiente éste de Ser, hijo de Noé.
  • 9º Que son procedentes de diferentes tribus Himyeritas, modestias, comptos, amalecitas, cananeos y coreichitas, reunidas en Siria, formando una sola tribu, que se llamó beréber por Ifrico.
  • 10º Que son descendientes de Cobt, hijo de Cam, y que al establecerse éste en Egipto sus hijos fueron hacia el Occidente, fijando su residencia en el territorio que se extiende, desde la frontera de Egipto, hasta el océano Verde (Atlántico) y el mar de Andalucía, pasando por Barca hasta el límite del gran desierto, encontrando allí vecinos inmediatos de raza negra y ocupando una de sus familias, los Luotas, a Trípoli y otra, los Nefza, un lugar cerca de dicha ciudad, desde donde avanzaron a Cairuan para internarse y llegar a Toherf, Tánger, Sigilmasa y Sus-el-Acsa, siendo el núcleo de la población Senhaya y Ketama.
  • 11º Ibn Jaldún, como el más célebre historiador en asuntos beréberes, también nos da su opinión: «Los berberiscos son descendientes de Canaán, hijo de Cam, hijo de Noé; su abuelo se llamaba Mazigh, sus hermanos eran los gergesianos y parientes suyos los filisteos. En Siria sostuvieron luchas éstos contra los israelitas y durante ellas apoyaron a los primeros descendientes de Canaán y los gergesianos». Añade que son falsas las pretensiones de los genealogistas berberiscos acerca del origen árabe de éstos, fundándose para ello en que la situación de los lugares habitados por estas tribus y el examen del lenguaje extraño, hacen ver suficientemente claro que no tienen nada de común con los árabes exceptuando solamente a los senhayas y a los retamas que, «según la genealogía árabe, pertenecen a esa raza».
Localización de los beréberes
Como hemos visto, en todo lo dicho hasta ahora, no está nada claro el origen de los beréberes, dados las diferentes opiniones que existen entre los autores árabes y beréberes.

Con respecto a la lengua beréber, Tamazigh, Tarifit, o como yo creo, la Jafetit, tiene diferencias fonéticas muy marcadas de un lugar a otro, por lo que durante algún tiempo se creyó que se trataba en realidad de lenguas diferentes, siendo así que la unidad común es indudable, debiéndose toda diferenciación a que la evolución ha sido desigual, según el carácter étnico de unas tribus con respecto a las otras, influyendo, asimismo, la compartimentación geográfica del país. Siendo así que la lengua de los quebrantas es semejante a la de los beni senasen; que la de los kelaias próximos a Melilla sufren en la fonética profundas atenuaciones que se acentúan en Beni Said y que llegan al máximo en Tensaman, quedando aislados los de la punta del cabo de Tres Formas.

En esta punta de Tres Forcas, desde algo antes del arroyo de Aguilman o Charranes, línea separadora de lo que es el final del cabo, encontramos, quizá, uno de los núcleos más primitivos de los íberobereberes. ahí, donde el arte, los oficios, las costumbres y todo lo referente a la vida, continúa en el «status quo», que constituye la esencia de su civilización. Nada ha variado en el íberobereber; nada ha progresado, nada ha cambiado, ni en la materia ni en la forma.

Bandera Amazigh
Para Renán, no parece muy claro a cuál de las grandes agrupaciones lingüísticas pertenece el idioma de las tribus del Norte de Marruecos. No parece pertenecer el beréber a la familia semítica, pero sí, en cambio, haya experimentado la influencia secular de estas lenguas, como consecuencia de las relaciones mantenidas por los cartaginenses y con los árabes que invadieron el África septentrional.

Otras autoridades, como Neuman y Slane, creen adivinar en el beréber la trilitaridad de las raíces de sus voces, lo que es una característica peculiar de ciertas lenguas semíticas, y del árabe concretamente, opinión que comparte modernamente Ricard.

Laoust cree más seguro la concomitancia del «corto» con el beréber influenciados ambos idiomas por las lenguas habladas por otros pueblos no sometidos, tal como el egipcio, el abisinio, el púnico, el latino, el griego y el árabe.

Schuhart, en cambio, afirma que en este idioma hay formas que marcan afinidad con el griego, pero no así con las formas de latín correspondiente.

El gran autor berberólogo, Fr. Esteban Ibáñez, en su «Diccionario rifeño-español», nos dice: «La lengua beréber, a la que los indígenas denominan Tamaxirk o Tamaçirt (Serha), se nos presenta hoy ramificada en variedad de dialectos que, aunque idénticos sustancialmente en su urdimbre gramatical (fonética, morfología, sintaxis) y con el fondo lexical común, ofrecen, no obstante, características que determinan las aludidas agrupaciones dialectales. los dominios lingüísticos actuales de la lengua beréber resultan muy difíciles de señalar con precisión, ya que la invasión de lenguajes extraños -el árabe principalmente- han convertido el norteamericano en una especie de mosaico en el que aparecen entrecruzados ambos idiomas, con las más arbitrarias modalidades. El árabe ha dominado los llanos y las vías y pasillos de comunicación, conservándose el beréber en las montañas y puntos aislados de la moderna civilización. A veces emergen focos berberógenos en zonas ya casi totalmente arcaizadas. Tampoco es infrecuente el fenómeno del bilingüismo. El árabe es el lenguaje oficial en zocos, transacciones comerciales y actos político-religiosos-judiciales, reservándose el uso de la lengua beréber para los actos privados y de vida familiar. En este aspecto, jugo un papel importantísimo en lo referente a la conservación y prolongación de la lengua, la mujer beréber, muy al margen del mundo exterior».

Tienda bereber
Con respecto a la mujer beréber, Ghirelli, en su obra, «El norte de Marruecos», nos confirma diciendo que el beréber tiene una vitalidad extraordinaria. Recuerda el autor a este efecto, cómo al desaparecer la influencia romana, desapareció también el uso del latín, volviendo los beréberes a usar su idioma primitivo. Una de las razones principales de la vitalidad del idioma beréber es la fidelidad de las mujeres a su antiguo lenguaje. Allí donde se habla beréber éste es el único idioma que saben casi todas las mujeres, y de ellas lo aprenden sus hijos.

La generalidad de los autores berberólogos distinguen claramente tres grandes sectores dialectales: el rifeño, el beréber y el susi, cuyos dominios lingüísticos se hallan enclavados, como si de Estados independientes se tratara, en las regiones Septentrional, Central y Meridional del actual Marruecos respectivamente. Más concretamente: el rifeño en las regiones montañosas del Rif; el beréber en el macizo y estimaciones del Medio Atlas, y el susi en las vecinas zonas del Grande y Anti-Atlas.

El continuo investigar sobre estas tribus norteamericanas que nos rodean, y que nadie puede precisar su origen, me llevó lógicamente a consultar el primer libro de historia sobre el mundo, el «Antiguo Testamento de la Sagrada Biblia».

sábado, 6 de enero de 2018

La Rada

La Rada de Melilla - 1909
Al doblar la punta Sur de la península rocosa en que se encuentra la «ciudad», si nos situamos hace muchos años, nos encontraríamos con una estupenda rada, llamada durante mucho tiempo por los fenicios y más tarde los romanos, por el nombre de «puerto Rusaddir».

Para hablar de ella comenzaremos diciendo que no era de mucha profundidad, ya que su calado máximo no debió pasar de los 4 y 6 metros, en la entrada de su bocana o junto a las murallas actuales de Melilla «La Vieja».

Al ser el único puerto natural existente en muchas millas de costa hacia ambos lados, fue muy deseada por cuantos pueblos, a lo largo de la historia, se han dedicado al comercio y a la navegación dentro del mar Mediterráneo.

Melilla La Vieja
Ya los íberos la utilizaron, construyeron en ella los astilleros donde se hicieron los primeros barcos que los transportaron a las costas de Almería. También los fenicios, cuando fundaron Rusaddir, además de utilizarla como punto de refugio para sus embarcaciones, continuaron con sus astilleros para la reparación de sus naves. Esta rada fue utilizada como puerto de abastecimiento y vértice de travesías, bien directamente hacia las costas europeas o costeando hacia las Columnas de Hércules.

Los cartaginenses vieron en ella un lugar estratégico militar para su luchas contra los romanos.

Y también los romanos, cuando derrotaron a los cartaginenses y se apoderaron de ella, la utilizaron para los mismos fines de defensa en el mar de Alborán.

Así, sucesivamente, fueron pasando sobre la rada, pueblos, naciones e imperios, todos con el propósito de aprovechar tan magnífico puerto, protector de los fuertes temporales de Levante.

Barrio de la Alcazaba
Este trocito de mar, tan insignificante en los mapas antiguos y que en la actualidad ya no existe, conjuntamente con el cabo de Tres Forcas y la fértil vega del río de Oro, constituyeron la cimentación de la historia de Melilla. Los límites costeros que enmarcaban este puerto natural o mar Chica de Melilla, los podemos delimitar para mejor entendimiento, según está la ciudad en la actualidad, de la siguiente forma:

Partimos de la punta Sur del pueblo caminando por la base de la muralla de Melilla «La Vieja» hasta el Foso de los Carneros y desde este lugar continuamos por la espalda del edificio donde está ubicado el hotel Ánfora y pasamos al de Correos y Telégrafos, para después pasar por la base de la cuesta al parque Lobera, la iglesia del Sagrado Corazón, la calle López Moreno hasta su final y la unión a la de Castelar y desembocamos en la Avenida Principal. Desde aquí, pasando por la plaza del Comandante Benítez y la calle García Cabrelles llegamos hasta el Polígono, lugar más interior de la rada y donde desembocaba un arroyo que recogía las aguas pluviales de Cabrerizas Altas y Bajas, por un lado, y las del barranco de Horcas Coloradas, por otro.

Alcazaba y puerto
Partiendo nuevamente de esta desembocadura, empezamos el recorrido por la espalda de lo que antes fue el edificio del primero Instituto Nacional de Enseñanza Media y la Escuela de Comercio (hoy Mercado Central), pasando por la calle Sor Alegría doblamos a la del Cardenal Cisneros, atravesamos lo que hoy es la Jefatura de la Comandancia de Ingenieros o de Obras para salir a la calle Plus Ultra. Continuando por ésta hasta su final y enlazando con la del Alférez Guerrero llegamos hasta el puente del Tesorillo en la plaza Alférez Provisional.

Muy cercad de este puente, entre él y la calle Pedro Antonio de Alarcón, desembocaba antiguamente el río de Oro, en la rada. Aún, de vez en cuando, y como queriendo recordar tiempos de antaño, el río se desborda por este lugar, haciendo su antiguo recorrido.

Puente sobre el río Oro
Desde este punto, pasando por detrás del Instituto Nacional de Bachillerato «Leopoldo » y del hospital de la Cruz Roja, por la calle Querol hasta su unión con la de Villegas y por ésta hasta su final, terminamos llegando al puente del Mineral o principio de la calle Actor Tallaví, donde se encontraba la punta del cerro de San Lorenzo. Punta que con la del pueblo delimitaban la bocana de la bonita y segura rada de Melilla Antigua.

Los montes que abrigaban esta bahía son: Roca de Melilla «La Vieja», La Alcazaba, Parque Lobera, Ataque Seco, El Carmen, María Cristina, Polígono, General Gómez Jordana, Comandancia de Obras (donde el Colegio de Los Hermanos de la Salle), y el cerro de San Lorenzo. Entre los dos últimos existía y existe una zona baja, antes encharcada, hoy edificada, llamada como barrio del Tesorillo.

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