Los ingenieros y arquitectos formaban la cúspide de la pirámide en la estructura profesional de trabajo en Melilla, por debajo solo encontramos la figura y las funciones del maestro de obras o del contratista.
En 1917 había ocho maestros albañiles y seis maestros de obras, diez años después, de un total de 55 industriales de 1ª categoría, 27 eran contratistas de obras. En 1932 eran 13 contratistas de obras y 3 maestros albañiles y el año siguiente se habían reducido a 11. Eso demuestra el gran momento de apogeo de la construcción.
Se extendido la costumbre de firmar las obras por parte de los autores, plasmar en una placa la autoría sobre el edificio; en este sentido diremos que en Melilla se sintieron orgullosos con este sistema arquitectos como Nieto o Francisco Herranz e ingenieros militares como Emilio Alzugaray, Juan Nolla o Enrique Álvarez y otros civiles como Luis García Alix pero sin faltar contratistas de obras como Juan Sánchez o Luis Raya.
algunos maestros de obras llegarían a estampar su firma al lado del arquitecto o ingeniero, como el caso de Juan Sánchez Calleja (trabajó para Enrique Niet, Mauricio Jalvo, José González Edo y Fernando Guerrero Strachan y casi todos los ingenieros militares como Emilio Alzugaray) o Luis Raya Pérez (muy activo en los años treinta sobre todo para Francisco Herranz Martínez).
Este es el caso del edificio situado en la Avenida de la Democracia número 8, más conocido como el "edificio de la Mapfre", por el comercio situado en su local comercial, donde encontramos la placa de Enrique Nieto junto a la del constructor Juan Sánchez.
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