Fuerte de las Victorias |
Parece como si la ciudadela finalizara en el foso de los Carneros,
donde se ha querido conservar hasta la saciedad con un cuidado exquisito,
separándolo del IV Recinto a partir de esta divisoria por la Carretera de la
Alcazaba y los chaletes o pareados construidos en la parte opuesta de la misma.
Pero yo animo a seguir subiendo y girar a la izquierda camino del
parador bien por la escalera o por la cuesta. En el recodo encuentras el Fuerte
de Victoria Grande y su entorno. El Fuerte antes presidio, está ya mal
conservado, con ventanas tapiadas con pared de ladrillos, para que no entre los
indigentes, que siguen entrado subiendo por los salientes de la pared hasta
alcanzar el techo, por donde se introducen.
A la derecha se encuentra una pared semidestruida con una tronera que
conduce a la poco que queda del interior de fuerte. En la misma pared junto al
suelo hay una abertura perteneciente a los túneles de comunicación que tenía el
fuerte con la ciudadela. El agujero esta abierto con el consiguiente peligro.
Pero lo que más me ha llamado a atención es la parte izquierda. Hay un
caminito de tierra que conduce a lo más alto de montículo donde encuentras una
plataforma con asentamiento de cañón que dispone de un eje metálico con base
alta de hormigón y un carril metálico semicircular para el asentamiento y
deslizamiento de una pieza de artillería.
Desde este asentamiento, se divisa toda Melilla en su total extensión,
y aunque creo que el asentamiento del “Caminante”, estaba más o menos, en el
lugar donde se halla el parador, este asentamiento de cañón, es de forma exacta
al otro y te da la convicción de por qué se disparó desde este lugar privilegiado
por su altura.
Del cañón que sabemos llamaron “El Caminante” no se sabe a ciencia
ciertas que fue de él, algunos dicen que fue fundido. De esto nunca más se
supo.
El Fuerte de la Victoria,
también conocido como el Fuerte Grande, se construyó sobre el año 1736. Su
finalidad era dominar la altura del Cubo. Es un baluarte destacado. Es
considerado parte del Cuarto Recinto y desde el que se realizaron los disparos
que demarcaron las fronteras de Melilla.
Nos situaríamos fuera de
lo que es la Ciudad Vieja de Melilla propiamente dicha, pero desde aquí la
vista de la misma es espectacular. En sus orígenes fue un fuerte militar con
forma triangular y que tenía la finalidad de vigilar y controlar, precisamente
por su altura, toda las demás obras exteriores de la ciudad. En 1936 fue
reconvertido en cárcel para mujeres, albergando a todas las presas detenidas
por entonces. Allí vivió Carlota O’Neill sus experiencias narradas en su obra: Una mujer en la guerra de España.
Junto
al Fuerte del Rosario y al de la Victoria Chica forma el conjunto histórico de
Melilla. En el Fuerte existían 10 cañoneras. Cada cañonera estaba rematada con
un arco de ladrillos, coronado en sus merlones por cubrecabezas aspillerado que
servían como parapeto para los fusileros y los que manejaban los cañones.
El
interior se encuentra abovedado a prueba de bombas que se reparten
perpendicularmente a sus paramentos alrededor de un patio triangular. La puerta
principal se encuentra en la gola y se salva el foso por medio de un puente
levadizo sin pértigas.
Aquí dejo un enlace en el que podemos ver todo el recinto y las maravillosas vistas desde el mismo: http://www.youtube.com/watch?v=rK6nQkbbaQk
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