martes, 5 de octubre de 2010

Fuerte de San Miguel

Obreros municipales derribando el Fuerte de San Miguel
El fuerte de San Miguel fue construido en 1707 y reconstruido en 1733. En la actualidad se encuentra desaparecido y ha dado lugar a un espacio de viviendas. Ya en 1914 se veía rodeado de innumerables barracas que iban surgiendo en el crecimiento de Melilla y por lo tanto su desaparición para dejar paso a calles y casas.

Era un fuerte de planta cuadrada con buena capacidad para cañoneras y para explanadas de morteros. Su interior estaba concebido con bóvedas capaces de resistir fuegos artilleros. Las defensas que poseía eran frontales. Con el objeto de flanquear el foso se realizaron galerías atroneradas en su contraescarpa. San Miguel comunicaba de dos maneras con la ciudad, ya que se encontraba a cierta distancia de la Ciudad Vieja: por un parte, subterránea  y por otra, por un camino cubierto. Cerca de él se construyó una torre circular, llamada Santa Bárbara.
Fuerte de San Miguel en 1914. Foto Carlos Lázaro

Según las crónicas se utilizó como taller de carga de cartuchos y almacén de pólvora, con el descontento y aprensión de los vecinos, que en 1911 se llevaron un buen susto al prenderse fuego.

Como ya hemos comentado anteriormente del fuerte apenas quedan señales. El conjunto del Fuerte de San Miguel fue demolido casi en su totalidad en 1940. En la actualidad podemos encontrar una torre semicircular con garita que tenía la función de defender la salida al campo exterior por el llano. Su nombre, Rastrillo de Espadas, viene de que tenía una puerta con rastrillo.

Rastrillo de Espadas. Fuerte de San Miguel
También nos podemos encontrar un muro aspillerado, junto al Rastrillo de Espadas, en lo que fue la contraescarpa del Foso de San Miguel. Data de 1733, y fue obra del ingeniero Juan Martín Zermeño.

Muro aspillerado del Fuerte de San Miguel

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