Obreros municipales derribando el Fuerte de San Miguel |
El fuerte de San Miguel fue construido en 1707 y reconstruido en 1733.
En la actualidad se encuentra desaparecido y ha dado lugar a un espacio de
viviendas. Ya en 1914 se veía rodeado de innumerables barracas que iban
surgiendo en el crecimiento de Melilla y por lo tanto su desaparición para
dejar paso a calles y casas.
Era un fuerte de planta cuadrada con buena capacidad para cañoneras y
para explanadas de morteros. Su interior estaba concebido con bóvedas capaces
de resistir fuegos artilleros. Las defensas que poseía eran frontales. Con el
objeto de flanquear el foso se realizaron galerías atroneradas en su
contraescarpa. San Miguel comunicaba de dos maneras con la ciudad, ya que se
encontraba a cierta distancia de la Ciudad Vieja: por un parte,
subterránea y por otra, por un camino cubierto. Cerca de él se construyó
una torre circular, llamada Santa Bárbara.
Según las crónicas se utilizó
como taller de carga de cartuchos y almacén de pólvora, con el descontento y
aprensión de los vecinos, que en 1911 se llevaron un buen susto al prenderse
fuego.
Como ya hemos comentado anteriormente del fuerte apenas quedan señales. El conjunto del Fuerte de San Miguel fue demolido casi en su totalidad en 1940. En la actualidad podemos encontrar una torre semicircular con garita que tenía la función de defender la salida al campo exterior por el llano. Su nombre, Rastrillo de Espadas, viene de que tenía una puerta con rastrillo.
Rastrillo de Espadas. Fuerte de San Miguel |
También nos podemos encontrar un muro aspillerado, junto al Rastrillo de Espadas, en lo que fue la contraescarpa del Foso de San Miguel. Data de 1733, y fue obra del ingeniero Juan Martín Zermeño.
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