Corderos colgados en medio del salón |
La celebración del Aid El Kebir (Fiesta del cordero),
es la fiesta más esperada por los musulmanes, ya que celebran lo que ellos
llaman la Pascua Grande. Ya explicamos anteriormente que se conmemora un relato
bíblico que se encuentra en el origen de las tres religiones monoteístas:
judaísmo, cristianismo e islam.
Unos setenta días después de la celebración del
Ramadán tiene lugar esta celebración. A decir verdad la fecha exacta tampoco se
puede concretar, ya que depende del calendario lunar. El año pasado, a la hora
de confeccionar el calendario de fiestas locales, el Ayuntamiento propuso que
esta fecha tuviese un día. Por primera vez, después de 5 siglos, esta fiesta ha
vuelto a ser oficial en Melilla. Si bien ha tenido su pequeña polémica a
principios de mes, ya que se pensaba que iba a ser el día 18 y no el 17, aunque
al final se ha solventado positivamente.
La fiesta comienza los días previos con las
preparaciones. Se empieza a comprar comida, a elaborar pastas, platos típicos y
sobre todo, el cordero. Normalmente, en la Península estamos acostumbrados a
comprar el cordero de unos 6 ó 7 kilos. Sin embargo, aquí el cordero es ya
adulto y viejo, con unos 14 ó 15 kilos. La diferencia es sustancial, ya que la
carne tiene otro sabor, que personalmente resulta más fuerte y nada agradable.
Los borregos (como les llaman) son comprados en el campo. Es decir, viajan a
Marruecos y los traen vivos desde allí a lo largo de las semanas previas. El
día 5 de noviembre se abrió el dispositivo especial en la frontera para pasar
el control veterinario antes de traerlo. Según la prensa cerca de 5.500
borregos han sido traídos en estos días.
El borrego tiene que ser macho, con cuernos (ya que
se utilizarán el último día de la fiesta). Los traen vivos y los guardan hasta
el día en las azoteas, en locales, en garajes e incluso en las mismas casas.
El día de la fiesta, temprano, desde las 9 de la
mañana, comienzan las matanzas. Antes han realizado la oración de la mañana.
Después poco a poco van llevando los borregos a sus matarifes. No vale
cualquiera, ya que durante la matanza tienen que ir realizando un ritual. El
borrego debe tener la cabeza hacia La Meca (donde muchos han peregrinado en
estos días). Deben evitar que el borrego vea el cuchillo, ya que eso supondría
un pecado. Es sangrado de un solo corte en la yugular para evitar el
sufrimiento del animal y el sangrado del mismo. Una vez sangrado (la sangre no
se aprovecha) es colgado y poco a poco se va desollando y limpiando para
llevarlo a casa.
Decoración en las calles para la fiesta |
La matanza se debería hacer en el matadero municipal,
y así se dispone por parte del Ayuntamiento, facilitando que los matarifes
puedan realizar el sacrificio allí. Pero muchos son los que se juntan delante
de las mismas casas y un matarife realiza el sacrificio del borrego allí mismo,
en la calle. Y no precisamente uno, sino uno tras otro. El olor que se queda a
carne muerta es bastante desagradable.
Ese primer día no se come todavía la carne, porque
hay que dejar que se ponga un poco tiesa. Pero sí que se comen los callos. El
cordero permanece colgado durante todo el día y ya al siguiente se corta la
carne y se preparan los pinchitos, las costillas…
De esta forma la fiesta dura tres días. Días en los
que se comparte unos con otros. Aquellos que no tienen cordero o que no pueden
celebrar la fiesta son invitados a compartir con otros. O bien se les lleva
comida a los vecinos, aunque no sean musulmanes para compartir con ellos. Es
una fiesta llena de alegría en la que a los niños se les hacen regalos.
El último día de la fiesta se queman los cuernos del
borrego, como significado de destruir los pecados de la familia. El olor que se
desprende es muy desagradable. Lo realizan en la misma calle, lo mismo que
habían realizando el sacrificio. A lo largo de la ciudad se ven pequeñas
columnas de humo oscuro que suben hacia el cielo.
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